La marcha imaginada Comités, consignas y gritos de unidad terminaron frenados por un detalle y el marxismo santiagueño fue vencido por una mano invisible —¿Quedamos en que vamos a salir de la Legislatura, en la Roca, marchando en forma ordenada? Adelante el camioncito con los parlantes y atrás el resto— dijo Patricio, del Partido Popular Dos de Abril. El asunto venía siendo debatido desde hacía tres meses por un comité “interdisciplinario de lucha”, según le decían todos. La primera gran pelotera se armó por el horario en que debía salir la marcha, ¿a la mañana o a la tarde? La mayoría laburaba en la Administración Pública, así que sería a la tarde. Manuel María Martínez, apodado “Mamama”, de la Convocatoria de Cuidadores de Perros, propuso que fuera a las 4 de la tarde. Pero se le vinieron encima todos los otros delegados, qué cómo puede haber alguien tan anti santiagueño que proponga marchar a la siesta, ¿acaso no sabe que la siesta es sagrada? Pero hubo quienes lo apoyaron y estuvie...
Cuaderno de notas de Santiago del Estero