El pavimento como bruto exprimidor Las naranjas agrias que todos los años se pudren en las calles de la ciudad, bien podrían ser aprovechadas para paliar, alguito, la pobreza reinante Quizás hasta el momento nadie haya hecho el cálculo de cuántas naranjas agrias se pudren en las calles y veredas de Santiago sin ser aprovechadas, aunque sea para tirarle al referí en un campeonato reducido dominguero de las afueras. Entre fines de julio y estos días, son casi un adorno de las calles de la ciudad, sin otra utilidad más que esa. Pocas amas de casa aprovechan para cortar unas cuantas y hacer un exquisito dulce. Lavar bien la fruta con abundante agua, exprimirlas muy bien y poner las cáscaras en un recipiente con salmuera, al menos por 24 horas. No sé por qué, pero mi abuela las hacía de esa manera y quién soy yo para contradecirla, sobre todo desde que se fue de este mundo. El jugo se debe tomar rebajado con agua y con azúcar o edulcorante a gusto. ¿No habrá una empresa juguera que las quie
Cuaderno de notas de Santiago del Estero