Violentas canchas La policía no tiene por qué cuidar que en los estadios la gente no se agarre a los golpes: un problema del fútbol debe resolverlo el fútbol Si usted pone una papa a hervir durante una hora, de la olla sacará una papa hervida, después no pida que esté cruda de nuevo, es imposible. Si su negocio es el fanatismo infantil de un grupo de inadaptados futboleros, aguántelo como pueda, vea qué hacer, usted lo quiso, eso sí cuando la justicia actúe, busque un buen abogado, así funciona la sociedad en todos los ámbitos, no tiene por qué ser distinta en ese multimillonario negocio mundial. Debiera jugarse con hinchada local, visitante y neutral, con entradas vendidas para un equipo, para los del otro, para que las revendan, las regalen, las concedan, las sorteen, las adjudiquen, las obsequien. El dueño del negocio que haga lo que quiera con él. Dicho de otra forma, si le gusta el durazno, aguante la pelusa. Se ha visto que evitar que los hinchas visitantes vean el partido por sí
Cuaderno de notas de Santiago del Estero