Tango “Como al pasar, algunas noches de cruel insomnio a dúo, mostraba fotografías en las que resplandecía como una beldad magnífica en medio de otras chicas…” Le digo, amigo, se acordaba de aquella época en la punta de la lengua, le brillaban los ojos cuando rememoraba su cumpleaños de quince, el vestido, los muchachos en la puerta a los que hizo pasar una vez que terminó la cena con la promesa de que harían bailar a todas las chicas. Tenía presentes también los bailes en el Olímpico y aquellas brutas caminatas rumbo a la casa, a la madrugada por la Belgrano, llegando al barrio San Martín, en La Banda, esperando el colectivo que a esa hora ya no pasaba. Y su madre que los acompañaba y quedaba en una mesa en la orilla, tomando una naranjada toda la noce, y aquel muchacho que bailaba como un príncipe (y tal vez lo fuera, aclaraba), y una noche de Año Nuevo la llevó al centro de la pista y entre los dos le sacaron chispas a la pista. ¿Te acordás las mujeres aquellas, minas fieles, de gra...
Cuaderno de notas de Santiago del Estero