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Mostrando las entradas etiquetadas como Caballos

INVENTOS El estribo

Caballero antiguo Un elemento que después fue muy común en las monturas, no se conoció en la época de los romanos hasta después de Cristo, sus ventajas, sus implicancias El estribo no se conocía en la antigua Roma. Lo que no deja de ser un problema para los productores de películas, pues no hay muchos jinetes dispuestos a hacer las evoluciones de a caballo que marcan los directores, prácticamente en pelo, sólo con una jerguilla y nada más. La caballería en las tropas de aquellos tiempos en un arma casi menor. Apenas empezaba la batalla, si podían, mandaban a los hombres montados a que tiraran unas cuantas flechas, cosa de hostigar al enemigo, pero cuando chocaban las espadas, las lanzas, los caballos se volvían completamente inútiles. Imagínese a un hombre de a caballo, sin estribos, tratando de lancear a un enemigo: a veinte kilómetros por hora nomás, si tenía la desgracia de acertarle, quedaba pegado a la lanza y el caballo se le iba adelante, no tenía cómo seguir montado. Recién con

MECHERO Alto del Indio

Mechero en el campo Cosas que pasan cuando el paisano anda lejos de la casa campeando animales perdidos después de una tormenta Divisamos luces a la orilla de aquel salar inmenso. Nos preguntamos la casa de quién sería, Los Nolasco no era, seguro, Zanjones tampoco, la Legua del Sur, menos. Recién anochecía con estrellas vibrantes, la luz de un mechero se veía desde la distancia, calculamos que habría como kilómetro y medio, dos quizás. Apuramos el paso de los montados, seguros de que al rato tendríamos un fuego, mate y quizás un techo para cobijarnos esa noche. Sin embargo, nos preocupaba no saber de quiénes serían esas casas adivinadas en el horizonte. Andábamos perdidos, es cierto, pero nunca un paisano se extravía tanto como para no reconocer un lugar. “¿Y si estamos más lejos de lo que calculamos?”, pregunté. “Capaz nomás”, respondió el amigo. Potrero Largo no era, lo hubiéramos reconocido por el tanque de agua, la casa de los Melián tampoco, no vivían tan cerca del saladillo. Unos

COLORES Pelajes criollos

Cruzando los Andes, supuestamente a caballo Algunas cuestiones sobre los colores de los caballos, el blanco de José de San Martín, el zaino de José Luis Zavalía, los bayos de mi abuelo Hubo caballos famosos en la Argentina, el moro de Quiroga, los blancos de Villegas, el pinto (o salpicado) de Perón, el zaino de Zavalía. Como se sabe, son todas maneras de nombrar sus colores. Muchas veces esos colores se mezclan y en algunas partes del cuerpo tienen otros y los especialistas indican en esos casos qué nombre les corresponde, según su opinión. El caballo blanco de San Martín, probablemente no fuera blanco, pues era un color ideal para que los enemigos jugaran a la puntería. Se sabe que, en San Lorenzo, el que lo aplastó, era bayo de cola cortada al corvejón y en Mendoza montaba un alazán tostado de cola recortada y tuse criollo. Cruzó los Andes en parihuelas, especie de cama hecha con palos tendidos, puestos como varas de sulky, pero entre dos mulas, porque iba enfermo, lo que hizo aún m

HISTORIA Por qué se murió el Jockey de Santiago

El edificio en la actualidad Un club que era sinónimo de exclusión y fue perdiendo todo por culpa del tiempo y de sus propios socios El Jockey Club de Santiago del Estero fue durante muchos años, reducto de tahúres, gigolós, ventajeros, cafichos. Mezclados, por supuesto, con buenos padres de familia que lo suponían un lugar sano, benéfico, apto para que sus señoras vayan con las amigas a tomar el té y los hijos se junten con los amigos a conversar un rato o jugar al ajedrez. El origen de algunos Jockey de la Argentina fueron las apuestas de los caballos en el hipódromo. El turf, actividad de reyes, concentró en estos clubes a lo más granado de los apellidos tradicionales argentinos, la mayoría dueños de estancias en las que se cocinaba lo que el resentimiento de algunos marcó como “oligarquía con olor a bosta de vaca”. El origen del Jockey santiagueño fue algo más pedestre, como que el edificio que levantaron sus socios al frente de la plaza Libertad se hizo gracias al juego del “ferro

CENSO En 1869 en Santiago del Estero había 133.766 Habitantes

El primer censo de población de acuerdo al texto constitucional ¿Cómo era la provincia cuando se hizo la primera cuenta de la cantidad de hbitantes que tenía?, en esta nota, una idea Por Alfredo Peláez Trato de imaginarme el Santiago de 1862. Creo ver ranchos diseminados. Carros tirados por bueyes o caballos. ¿La acequia de la Belgrano? ¿El río Dulce? Sí, claro. ¿El estadio Único? Maimanta. Ni pelotas había. Dicen que había 133.766 santiagueños. María Cecilia Rossi y Guillermo Banzato en su estudio "Tierra y Sociedad en Santiago del Estero" dicen que en esa época se entendía que los gobiernos provinciales hasta 1875 no se habían preocupado por fijar los límites verdaderos, lo que dio origen a dificultades con Tucumán, Catamarca, Santa Fe, a consecuencia de las mensuras realizadas por Santiago del Estero en tierras limítrofes. Particularmente para el límite con el “Chaco Hualamba”, desmintió la creencia de un límite atado, exclusivamente, al curso del río Salado o al Paraná,