Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como Facebook

MODA Rehén del colonialismo

Colonialismo (ilustración) Algunas palabras que nos impone la modernidad, antiguamente tenían otras, más eufónicas y, sobre todo más nuestras, pero el tontaje manda Es una vieja conversación: cuando salió “Twitter”, muchos que hablan en español creyeron que no tendría mucha andadura. Puede sonar muy lindo el nombre en inglés, pero aquí se oye ridículo, tuiter, tuitiar (tuirer pronuncian más o menos, los que saben inglés). Todo muy mariconazo parece, si quiere la verdad. Pero al toque a quienes la usaban les empezaron a decir tuiteros, idearon el verbo tuitear y, consciente o inconscientemente, se enamoraron de la palabreja, vea usted. Como que primero la emplean por esnobismo, para mostrar que están en la novedad, en la pomada como quien dice y ahora ya es tan común que no se les cae de la boca. Bien por ellos, que se enamoran de todos los términos recién llegados del lado del mundo que habla en cualquier idioma que no sea español. Antes, o después quizás, largaron allá la palabra self

MODERNIDAD La crisis del periodismo obliga a pensar soluciones

Hay poco interés por el papel Los diarios, la radio, la televisión, ya son median entre la realidad y el público, pero otros peligros se ciernen ante la sociedad con su pérdida de poder Cualquier cosa que alguien quiere vender, comprar, alquilar o simplemente preguntar, lo hace por Facebook y a los cinco minutos tiene una respuesta en la pantalla de su teléfono. Hace unos pocos años, quien quería vender su motocicleta, alquilar una casa o vender un ventilador, debía costearse hasta un diario, poner un aviso, pagar, y esperar el día siguiente para ver el resultado de su trámite. El diario era ineludible para estos menesteres, incluso para quienes no los leían ni les gustaban o estaban en contra de su línea editorial. Así como perdieron avisantes, se fueron quedando sin lectores, casi a la misma velocidad, no solamente los diarios de Santiago, sino los de Buenos Aires y del mundo. Parejito, los de la capital y las provincias sufrieron —sufren— el desinterés de quienes antes no comenzaban

EFEMÉRIDES SANTIAGUEÑAS Del 6 de abril

El adminículo indispensable El mismo día del  2020, el gobernador Gerardo Zamora anuncia que el barbijo será obligatorio y el obispo Vicente Bokalic suspende la fiesta grande de Mailín El 6 de abril del 2020, dos acontecimientos son la muestra cabal de la preocupación que causa el coronavirus en la provincia. Se anuncia que el barbijo será obligatorio y se suspende la fiesta grande en honor al Señor de Mailín. Ese día, el gobernador Gerardo Zamora anuncia en su cuenta de Facebook: "Será obligatorio el uso de barbijo en la vía pública desde el 13 de abril", como una medida de precaución para evitar la propagación del coronavirus. Y Vicente Bokalic, obispo de Santiago del Estero, anuncia que ha suspendid la fiesta grande en honor al Señor de Mailín Pidió “que esto no nos desanime” y deseó “una buena y feliz fiesta de Pascua” a los santiagueños. Sostuvo que entendía que “estamos viviendo un año especial” pues “la pandemia del Covid-19 llegó a nuestra Patria y a nuestro Santiago

FACEBOOK Las naranjas son buenas, Putin es malo

Vladimir de joven Cómo nos tratan de colonizar la cabeza desde las empresas multinacionales del odio y la yapa Una vez puse en Facebook algo así como que me cagaba en las putas naranjas que había comprado, porque estaban podridas. Al instante me lo bajaron, era, según dijeron, un “mensaje de odio”. Luego me suspendieron por un día, con la advertencia de que, si insistía publicando escritos como ese, la sanción podría ser peor. La palabra “puta” está prohibida en un contexto de odio, si se considera que es uno de los oficios más honorables en los tiempos que corren. Pero ahora dicen que va a permitir posteos sobre la guerra en Ucrania que llamen a la violencia contra los invasores rusos o la muerte de Vladimir Putin. Digamos, Facebook me ordena a quién odiar y desearle la muerte y a quién no. Leo los diarios de los periodistas que tienen un pensamiento único, y en todos es lo mismo, con títulos como “Putin no ganará ni aún ganando”, “Los rusos odian profundamente a Putin”, “Ucrania ser