Dios creó todo lo que hay A veces es preciso replantear las propias convicciones para llegar a una conclusión que quizás no sea la de la mayoría, si lo hace será libre Hay gente que teme su propio ser. Por eso se hace hincha de un club, fanático de un programa de televisión, admirador de una estrella de rock, quizás como una obligación, porque tiene miedo de ser otra cosa, de sentirse distinto en lo cotidiano, de decir no cuando todos dicen sí. No es que uno se vista todo de colorado (hecho un San Esteban) o de manera estrafalaria o que salga a la calle caminando sobre las manos. Es más, si uno quiere tener un rasgo distinto de los demás, primero debe afianzar los suyos propios. La personalidad, para decirlo con palabras ajenas, no es una moneda distinta del resto sino una bien acuñada, que tiene bien definidos sus bordes y sus dibujos, sume poco o mucho, al verla de lejos cualquiera sabe cuánto vale. A veces da un poco de vergüenza pensar como los demás, reaccionar igual que todos ant...
Cuaderno de notas de Santiago del Estero