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Mostrando las entradas etiquetadas como Mujer

UTOPÍA El Fruto

Chica con manzana Una viejísima narración, contada otra vez, casi con las mismas palabras, solamente porque el público se renueva Cuando pasaba la lluvia buscábamos caracolitos que el mar traía a la playa, mientras observábamos la costa del continente, que se alzaba a lo lejos. Nunca habíamos intentado cruzar lo que llamábamos el Canal. Creíamos que era miedo de hallar algo hermoso del otro lado, después de lo cual no querríamos regresar más. Vivíamos bien, cada uno en su choza, con su mujer, sus hijos, sus gallinas, sus patos, sus cerdos, sus vacas, los utensilios de labranza, el sembrado. Si llovía juntábamos agua en unos tachos para bañarnos cada uno en su casa, pero si no llovía íbamos al arroyo a bañarnos desnudos, todos juntos, en familia, grandes y chicos y chapotéabamos y jugábamos tirándonos agua. A veces venía de visita El Que Tiene Un Nombre Que No Estamos Autorizados A Pronunciar, conversaba un rato con nosotros y lo hacíamos reir con nuestras ocurrencias. Estaba contento,

MUJERES Entre el valle y el cerro

Imagen de archivo Lo que le sucede a un amigo que está en una encrucijada, sin saber qué hacer: pide consejo pero finalmente hará lo que quiera ¿Cómo es la cosa?, ¿los hombres quieren la seguridad de una mujer que los ame desde el primer día o se juegan por meterse en el barro de una relación que es casi seguro que no tiene un destino, en la que todo puede salir mal en cualquier momento? Entre estas preguntas se debate un amigo, a quien no se nombrará para no causarle un bochorno innecesario. Bien visto, es un asunto menor, que no tendría mayor importancia si no fuera porque finalmente quedó en una situación que, al menos es incómoda. La cosa comenzó cuando el compadre lo invitó a su casa un fin de semana de hace dos o tres meses, para tomar algo. Nada del otro mundo, otro sábado entre gente querida, compartiendo el vino de la amistad rodeado de gente conocida, de confianza. Al llegar nota algo raro, la mesa no es la de siempre, han puesto copas y platos elegantes, los chicos están do

VÍDEO El cabo Roberto Perdigones es madre

Entrevista en la televisión española Si el día que hacen la ley, hacen la trampa, entonces un hombre se convierte en mujer y pelea para que le den, como madre, el derecho que como padre le negaban Dirían en el campo: “Hecha la ley, hecha la trampa”. A un hombre en España, no lo dejan ver a su hijo porque es el padre. Entonces pide a un juez que lo declare mujer y ahora es la “madre no gestante” del niño y tiene autorización para verlo. Se trata de Roberto Perdigones, un militar que ha cambiado de sexo en Ceuta.  El vídeo de Roberto, ahora mujer Desde que es mujer, tiene una habitación propia, se deja el pelo largo, le ha subido la jubilación y puede ascender con más facilidad. Por si fuera poco, pelea la custodia de su hijo como madre no gestante y lo cuenta en la televisión española. Roberto no pidió llamarse Roberta ni Florencia, sino que prefirió seguirse llamando Roberto, le siguen gustando las mujeres y su aspecto es totalmente masculino, no imposta la voz, no se pone vestidos, no

VIDA Sexto de la nocturna

Abandonada pileta de un club Una frase que muchos dicen cuando ven una situación que los desborda, pero, ¿sabe qué?, es mentira, abajo unos casos de muestra En estos tiempos los muchachos recuerdan al amigo que tenía lo que antes se llamaba “un matrimonio desgraciado”, la mujer le gastaba toda la plata en macanas, lo maltrataba de palabra y también de hecho, como que varias veces llegó con el ojo morado, y no cuidaba la casa, sus cosas, su ropa, los muebles. Para peor, en el último tiempo, según sospechaban, ella se había agenciado otro, un amante, del que incluso circulaba el nombre, un tipo cualquiera, un almacenero del barrio, como quien dice, el primero Juan de los Palotes que se le cruzó por el camino. Durante varios años soportó la ofensa, las injurias, el maltrato. Un buen día se puso de novio en secreto, con otra mujer y la barra de amigos respiró aliviada. Alguno, que conocía a la nueva adquisición, advirtió que tenía unos antecedentes que no la hacían recomendable, tenía corr

ESTAMPA El perro y las novelas

Imagen de ilustración nomás Para qué poner nombre a un perro si tenía uno solo, no hacía falta distinguirlo Un solo perro tuve en mi vida, uno solo. Tengo recuerdos de muchos, el Lobito, el Tarzán y el Káiser, que eran de mi abuelo, los Llodrá tuvieron uno que era sordo, un día se acostó a dormir debajo de las ruedas de un camión y cuando el chofer puso marcha atrás, cagó fuego, también tenían otros, como el Morfeo y el Chirola; mi suegro tuvo uno muy bueno para la correr hacienda y salir a quirquinchar, el Chiquito. Pero ese que le cuento fue el único que tuve en mi vida. Me lo dieron de cachorrito y nunca le puse nombre, no hacía falta, si tenía uno solo. Además, nunca lo llamaba, para qué, siempre estaba ahí, dando vueltas, mirándome con cara de bobo. Era de raza indefinida, tenía algo de pastor alemán cruza con camioneta Bedford más otras veinte sangres callejeras corriéndole por las venas. Nunca he sentido mucho afecto por estos bichos. Ellos son perros, tienen un lugar establecid

ISRAEL La mujer del vestido negro

Fotos de muertos y secuestrados por Hamás Una investigación del New York Times revela los horrores de las violaciones del 7 de octubre Del diario Calcalist de Tel Aviv Al principio, se la conocía sólo como "La mujer del vestido negro". En el video se la ve recostada boca arriba, con el vestido roto. Su rostro está irreconocible y su mano derecha cubre sus ojos. El vídeo fue grabado la mañana del 8 de octubre por una mujer que buscaba a su amiga en el recinto del festival "Nova", que se convirtió en el escenario de la mayor masacre de la historia de Israel. El vídeo se ha vuelto viral, miles han respondido, intentando saber si esa "mujer con vestido negro" es su familiar. Una familia sabía exactamente quién era: Gal, madre de dos hijos, que estaba en una fiesta con su marido. Cuando los terroristas se acercaron a ella, mientras estaba atrapada en la carretera en un embotellamiento de coches que intentaban escapar de la fiesta, envió un último mensaje de Wha

LEYENDA El remís con chofer sin cabeza

Imagen de Facebook de David Bukret Un misterioso auto circula por las calles de Santiago y La Banda: un caso que está dando que hablar en todos lados Un hombre detiene su motocicleta en el parque Aguirre, lleva una mujer atrás, son las 3 de la mañana. Se apean debajo de un eucalipto, justo cuando empiezan a besarse aparece un auto, un remís que los encandila y se queda parado, como esperando algo. Ella pega un grito: “¡Mi marido!”, suben de nuevo a la moto y se van. Antes de irse, el hombre observa que en el remís no hay nadie, parece vacío, pero ya ha acelerado, a toda velocidad y no se va a detener. Ha pasado varias veces, según cuentan los parroquianos en el café con nombre y apellido, en una historia que va pasando de mesa en mesa, repitiéndose todos los días con más detalles. Las mentas hablan de un remís que aparece de manera impensada, no solamente cuando detecta traiciones amorosas, sino que asustó a varios muchachos que andaban trabajando de noche en casas que no eran las suya

TRABAJOS Ella enfila para el corral

"Paisaje santiagueño" de Hugo Argañarás Un día en la vida de una mujer, criando los hijos y con el marido lejos, en alguna cosecha o atareado en los trabajos más duros del campo Antes de que el alba tiña de celeste el guayacán del patio, aparta las colchas, sigilosa. Se viste a ciegas en la habitación, saca agua del aljibe para lavarse. Antes de salir agarra los tachos, la manea, el lazo chileno, y enfila para el corral caminando leve por una senda que conoce con la memoria de tantos días recorriéndola. Balan las vacas mientras les abre la puerta para que entren al coral. Después va soltando uno a uno los terneros. Apenas el primero toma el apoyo, lo enlaza con una maestría que envidiaría cualquier hombre, lo ata en el algarrobo, manea a la madre y ordeña baquiana, como lo viene haciendo desde que era chinita y acompañaba a su mama al corral y ella a su vez iba con su abuela. Después hará lo mismo con el resto de las vacas, hasta terminar de sacarles la leche. Todas las mañan

CUENTO Mujer recatada

Para todos los gustos Una extraña y casi inofensiva manía, puede provocar la huida de un hombre, como se narra a continuación No se sacaba los zapatos jamás. Cualquier cosa hacía por mí, menos sacarse los zapatos. Cuando le preguntaba por qué, me decía con tono de bolero: “Dejá que tenga un resto de pudor, de recato para mí sola, lo demás te lo he dado todo”. Así pasamos varios inviernos, yo amándola con desesperación, ella creo que también, sólo que no se sacaba los zapatos ni cuando suspiraba nuestro encendido entre las sábanas. Los conocidos quizás decían: “Mirá que linda pareja que hacen”. Para su familia y la mía, habíamos alcanzado en brazos del otro “la cumbre del remanso”, según dijo una tía suya en un oxímoron destemplado y quizás feliz. Lo que había comenzado como un capricho suyo, como una ocurrencia o un pequeño capricho, ya era obsesión. En todo estaba de acuerdo conmigo. Si quería ir al cine sólo tenía que decírselo, cuando la invitaba a la pizzería iba con gusto, caminar

ISRAEL Árabe y musulmana

El vídeo Una mujer árabe y musulmana es soldado israelí. Tiene el grado de mayor y lucha por su patria. No se pierdan la entrevista que le hicieron, es bastante esclarecedora. Sepan, por otra parte, los amigos lectores de este blog, que quienes lo escribimos sabemos muy bien que esta es una guerra psicológica, política y militar. ©Ramírez de Velasco

CUENTO Mi mamá sabía

Pueblo santiagueño Después de citarse con una chica en la plaza del pueblo, preparamos a Julián para el gran acontecimiento: nada iba a salir mal Mi mamá sabía, fue la única que dijo que no le parecía buena idea. “Tendrían que haber empezado de a poco”, dijo cuando se enteró. Ella pensaba más que nada en la chica y nosotros, por supuesto, en Julián, queríamos hacerlo debutar a como diera lugar, ya era grande, veintipico tenía, y nunca había probado mujer, aunque él dijera que sí, no le creíamos, por supuesto. Martín le regaló una camisa verde, Eufemiano le prestó un pantalón y le lustró los zapatos y el resto de los amigos y los primos le conseguimos un cinto negro, haciendo juego con los zapatos, medias y un pañuelo blanco para que lleve en el bolsillo de atrás del pantalón. Hicimos una vaquita para darle algo de plata. Y lo fundamental, logramos que se bañara. “Cualquier cosa, si el asunto va bien, enfilas para el lado de la Audelina, le pagas una pieza y después ya sabes”, le dijimo

NOVELA Final inesperado

Imagen de ilustración Han asesinado a un hombre en la calle Juncal y el autor va mostrando los distintos hilos que conducirán al autor del crimen La novela "Asesinato en Santiago" empieza con la muerte de un hombre en una vieja casona de la calle Juncal por la que usted ha pasado muchas veces, pero nunca la miró con atención porque su frene no dice nada, es parecido al de sus vecinos. Han matado a un viejo millonario, solterón, sin hijos a la vista, que vivía la única compañía de un perrito faldero y al que visitaba una vez a la semana, una chica que iba a limpiar los pisos, ordenar las habitaciones, regar las plantas, lavar los cacharros de la cocina, planchar la ropa. Cuando lo hallan, tirado en la cocina, tiene un cuchillo de cocina hundido hasta el mango, en el medio del pecho, la ropa está intacta y al parecer no se ha defendido, no hay signos de lucha ni nada desacomodado. Se lo clavaron una sola vez, limpiamente y no tiene heridas en otras partes del cuerpo. La policía

CUENTO Serpiente enloquecida

Imagen de ilustración nomás Al hombre le gustaba esa mujer pero nunca se había animado a cruzar con ella más que un saludo de ocasión, hasta que coincidieron haciendo fila en el banco y… Le gustaba. Nunca antes había sentido algo parecido por una mujer, al menos no con una intensidad tan vehemente. La observaba desde las sombras de su inocente timidez, fantasma de un amor tal vez imposible. Por el momento se conformaba con saludarla amablemente por la calle, cuando la veía. Quería al menos tener la oportunidad de tomar un café con ella, observar de primera mano si tenía, aunque fuera, una insignificante posibilidad de llegar a algo. Como se viene anticipando, lo impedía su irremediable apocamiento de solterón viejo y algo raído. No era un amor oscuro, como el de esos siniestros personajes del cine norteamericano que pasan por la tele, esperando el momento propicio para mandarse alguna macana con la chica, secuestrarla, estrangularla, matarla con una motosierra, someterla a terrores ini