Cocodrilo con gacela (imagen de la inteligencia artificial) Qué pasa cuando la gacela baja a tomar agua, sospechando quizás que la espera la muerte en un charco barroso El otro día en un canal de animales, pasaban una serie sobre el cocodrilo africano, el peor de todos. Tan sanguinario, que a su lado la hiena es un tierno gatito regalón. El muy reptil está un buen rato bajo el agua aguantando la respiración mientras espera que la corzuela de allá, que es más grande que las de aquí le dicen impala o gacela, se confíe cuando se acerque a saciar su sed. Es increíble. El pobre bichito sabe que el otro está ahí esperando para comerla entre dos pancitos, lo ha visto hacer lo mismo muchas veces con una hermana, con los padres, con una tía, pero igual baja hasta esa aguada barrosa, en la que hay más de un cocodrilo por metro cuadrado, tiene mucho temor, tirita de miedo, carajo. Pero saca fuerza de sus flaquezas, porque hace tanto que no toma agua, que el peligro bien vale unos cuantos tragos.
Cuaderno de notas de Santiago del Estero