Intimidad Crónicas del aislamiento III “Chuang Tse soñó que era una mariposa. Ahora no sabe si es Chuang Tse que soñaba ser una mariposa, o una mariposa que soñaba ser Chuang Tse”. Tendríamos que haber quedado solos en aislamiento. Pero unos días antes de que empezara, vino mi cuñada , la hermana menor de mi mujer, de Salta, por unos trámites. Y se quedó. El problema es la intimidad. Ahora no puedo ir en calzoncillos de nuestra habitación al baño, debo esperar que lo desocupe sin apurarla, como hago a veces con mi mujer o con los hijos, cuando vivían con nosotros. Se me ha dado por ver la tele hasta la madrugada y una noche, harta, mi mujer se fue a dormir a la pieza de al lado, con mi cuñada. A las dos de la mañana han empezado una de Isabel Sarli, la única que no he visto de chango . Terminó a las cuatro. Inspirado, enfilé al cuarto donde dormía mi señora. La quiero despertar y me pone la mano en la boca. “En silencio”, me susurra. Difícil, pero cumplo, al lado la otra roncaba. Co...
Cuaderno de notas de Santiago del Estero