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Mostrando las entradas etiquetadas como Árboles

PALABRAS Al pan, pan

Ingenio Ledesma, en Jujuy Cómo se llaman las cosas y los caprichos de los que quieren cambiarles el nombre es de lo que trata esta nota Mal que mal uno se acostumbra, antes vivía en la calle Bolivia, antes de eso viví en la Buenos Aires, y antes en el barrio Belgrano. Uno va cambiando, no tanto como para ser otro, pero sí lo suficiente como para no lo tengan por el mismo. Lo que no cambia es el lugar, está ahí, presente en la memoria, con sus rincones, sus plazas, sus árboles, su perfume y sus calles, por supuesto. El pueblo Ledesma, en Jujuy, parte ineludible del ingenio del mismo nombre, un buen día fue absorbido por lo que en la década del 60 le decían “el pueblo” y era Libertador General San Martín. Ahora Ledesma es un apéndice de Libertador, un barrio más, pero no ha perdido su esencia porque, para empezar, se sigue llamando igual, lo mismo que sus calles. Si bien los nombres de las cosas no son parte de su misma esencia, sirven como parámetro de referencia para que todos sepan a

RAZONES Por qué dañar los árboles

Costanera nueva “Casos se han visto en algunos barrios de Santiago, de vándalos que incendiaron una unidad de atención de la salud, una posta sanitaria” El interés es la medida de las acciones, dicen algunos. Se expresa también como que siempre que alguien hace algo es por una razón. Pocas veces la gente hace cosas porque sí nomás. Siempre hay alguna razón, aunque la oculte, no la reconozca o, incluso, no sepa que la tiene. Quien roba algo, es porque lo necesita y no halló otra manera de obtenerlo que quitándolo al prójimo. El caso típico es el del pobre infeliz que hurta un pedazo de pan o una manzana, cegado por el hambre. Aunque no se justifica, al menos tiene una explicación- Quien haya estado privado de alimentos durante mucho tiempo, sabe que es una sensación insoportable. Siempre el robo fue a otros. Pocas veces se ve el desapoderamiento de algo que es propio, solamente para destruirlo. Como meter la mano en un bolsillo, sacar dinero y romperlo, pero no como un alarde de rique