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Mostrando las entradas etiquetadas como Carlos Saavedra

EFEMÉRIDES SANTIAGUEÑAS Del 7 de diciembre

En 1929 nació Carlos Saavedra, zapateador, cuentista, bombisto, coreógrafo y bailarín El 7 de diciembre de 1929 nació Carlos Orlando Saavedra, en el barrio Las Cejas de Santiago. Bombisto, zapateador, coreógrafo, eximio bailarín de danzas nativas y cuentista. Lo apodaban “Bailarín de los montes”, pero también era conocido como"Quaker", por su similitud con la foto del quákero de los envases de la famosa avena arrollada. Fue un notable bailarín de zambas y chacareras, avezado zapateador, pero como tantos artistas populares nunca había tomado clases formales de danza: "Cuando era chico trabajaba de llevar agua para llenar las bombitas en los bailes de carnaval; entonces espiaba a los bailarines, gauchos muy bien ataviados, y así fui conociendo los pasos. El resto del año vendía chipaco por la calle. Había una academia que se llamaba El Rancho y en la entrada ponían un biombo para que los que pasaban por la calle no miraran; yo me tiraba panza al piso y lo único que veía

CRÓNICA Cuando Nureyev conoció a Carlos Saavedra

El santiagueño Saavedra y el soviético Nureyev Una concatenación de sucesos lleva al conocimiento de una noticia sensacional; por qué es la primera vez que se publica Algunas noticias llegan de manera azarosa al periodista, su recorrido es sinuoso y su destino como crónica consolidada quizás no llegue nunca. La que sigue bien podría llevar por título “Informe de un desengaño” o “Confidencia sin destino”. Como mi formación es periodística, preferí (y perdonen la primera persona), contar los hechos tal como sucedieron y dejar a los lectores que la califiquen como quieran. Ahí va. Pauline vive en París y, me contó que, en ciertos círculos de artistas, en una reunión, se comentó que Rudolf Nureyev quedó maravillado por un artista llegado del otro lado del mundo, a quien fue a ver una noche, recomendado por otros bailarines del ballet en que actuaba. Aquel bailarín era Carlos Saavedra. Estoy viendo su cara de estupor, ante la lectura de este texto. Si tiene cinco minutos le cuento todo y de