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Mostrando las entradas etiquetadas como Eucaliptos

CUENTO La rutina de los condenados

Ilustración nomás “Hubiera dado lo que no tenía por hallar un camino que me permitiera abrir su corazón para acariciar el ventrículo” Algunas tardes, ese verano, vi en sus ojos el vacío del amor, como si ya no le importara. Esa vez había ido a pescar con los amigos al Dulce, cerca de casa. Cuando le conté las peripecias de la jornada, noté que no le interesaba en lo más mínimo que Cacho se hubiera caído de un árbol o que a Ernesto casi lo flechara un bagre. En un momento me callé, y al rato suspiró, regresando de algún lugar lejano: “¿Cómo era?, ¡seguí!, te estoy atendiendo”, dijo. Pero era evidente que navegaba en otra galaxia. Yo la miraba, tratando de encontrar en su rostro alguna señal, un parpadeo, una sombra, cualquier cosa que me dijera que todavía estaba conmigo. Pero no. Su mirada pasaba por mí como el viento por los eucaliptos, sin detenerse. A veces, cuando me quedaba solo, recordaba que me esperaba en la esquina: jugábamos a no saludarnos para disimular lo obvio, le brillab...

PARQUE Del eucalipto al paraíso japonés

Tristes eucaliptos del parque Al otro día de cualquier tormenta, la Municipalidad casi siempre envía cuadrillas de obreros con motosierras, hachas, escaleras Cuando se hace viejo el eucalipto se vuelve peligroso, como lo comprueban los vecinos del parque Aguirre de Santiago, al ver cómo vuelan las ramas y los troncos cada vez que corre un poco de viento. Para qué si llega un vendaval de los que suele haber media docena por año en la ciudad. Son plantas viejas, fueron puestas hace cerca de 120 años para secar una parte de la ciudad que se inundaba y era criadero del mosquito que transmite el chucho, también llamado paludismo. Antes de continuar digamos que el nombre es eucalipto y su plural, eucaliptos. Pero tanto han insistido los supuestos cultos en nombrarlos como eucaliptus en singular y en plural, que la Real Academia se cansó y también acepta la segunda forma, como si este árbol fuera una pastilla de menta. Volvamos al parque, todos envejecieron, algunos se secaron, otros fuer...

EFEMÉRIDES SANTIAGUEÑAS Del 9 de agosto

El sanitarista santiagueño En 1903 comenzaron las obras de saneamiento del parque Aguirre para terminar con el chucho o paludismo El 9 de agosto de 1903 Antenor Álvarez comenzó el saneamiento del parque Aguirre. Era un médico sanitarista e higienista, político que llegó a ser gobernador de la provincia. Nació en Santiago, el 2 de mayo de 1864. Hizo sus estudios primarios y secundarios en esta provincia. En 1892, tras obtener el título de médico en Buenos Aires, regresó a su tierra natal. Tres años más tarde fue designado presidente del Consejo de Higiene. En 1898 resultó elegido senador provincial y cumplió ese mandato popular hasta 1902. Realizó profundos estudios del problema palúdico- sanitario que lo llevaron a elaborar un plan de defensa contra este mal, aprobado por el Congreso Nacional de Paludismo en 1902, bajo cuyas bases se formó el parque Aguirre con la plantación de eucaliptos, el 9 de agosto de 1903, fecha de esta efeméride, a cargo de mil niños de escuelas primarias en t...