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Mostrando las entradas etiquetadas como Automovilistas

NARRACIÓN Mensaje de noches frías

Abandonada estación de trenes de Clodomira “No voy con rumbo fijo, sé que en cualquier parte hallaré el sitio para dejar estampada la verdad de a puño que llevo en el corazón” Algunas noches de invierno, antes de acostarme, pongo el despertador a las 2 de la madrugada, luego me visto muy en silencio para que no me oiga nadie en casa, especialmente la patrona, me calzo zapatillas, calzoncillo escopeta, pantalón de frisa y veinte mil camperas, agarro mis elementos y me largo en la bicicleta. Por qué solamente en invierno, preguntará usted. Y le responderé que en este tiempo la gente no es tan propensa a andar de noche y por las calles. Para lo mío, digamos, lo ideal es no dejar rastros, el frío que acurruca a los vecinos bajo las frazadas hace más fácil la tarea que me propuse casi como una obligación religiosa. En ocasiones llevar la palabra de escritor a los barrios más alejados de la ciudad tiene sus riesgos, aunque he comprobado que la gente duda de que un viejo con una ridícula gorr

SEMÁFOROS Luces que no sirven

Este es un semáforo Cómo se debería encarar una campaña para enseñar el respeto por las señales de tránsito A veces me pregunto qué hacen los automovilistas con el minuto que le ganan todos los días al tiempo por haber pasado varios semáforos en rojo. ¿Los van guardando para el final de la vida así se alargan la existencia en un día o dos?, ¿por llegar antes al trabajo les pagan dos pesos más y con eso cubre la cuota de la licuadora? Una premisa de muchos peatones es cruzar la calle cuando el semáforo está en verde para los autos: si se los esquiva correctamente se llegará sano y salvo a la otra acera. Pero si cruza cuando el semáforo se ha puesto en rojo, corre el peligro de que un auto manejado por un impaciente conductor se lo lleve por delante, como sucede todos los días en las esquinas de la Argentina. Luego de mucho tiempo de que existieran los autos sobre la tierra, para brindar seguridad a los peatones se instalaron los semáforos. Sirven para ordenar el tránsito, pero su princi

CAOS La revancha de los motoqueros (y ciclistas)

El juez haciendo justicia por mano propia El desquite de los más débiles en la cadena alimenticia de la calle tiene mucho para analizar Es jodido andar en motocicleta, en bicicleta, por las caóticas, enredadas, difíciles y peligrosas calles de Santiago. Se supone que tienen (tenemos) para circular, el carril de la derecha, entre los autos estacionados y el tránsito… siempre que a alguno no se le ocurra abrir la puerta de repente la  puerta del vehículo y dejarlo (dejarnos) tirado sobre el pavimento. Literalmente, digo, a los motociclistas los abandonan en la calle y a los ciclistas ni siquiera se paran a ver qué les hicieron. Los motoqueros y los que andan en bicicleta no tienen piel sino cuero, muchas veces se caen, se levantan y siguen. Son morochitos, ¿ha visto?, no sienten dolor y cuando se quejan exageran siempre, quieren sacar plata. Pero si otro auto les roza el suyo, ¡uy!, hacen un escándalo de la san puta, detienen el tránsito, discuten, se enojan, llaman a la policía se pasan