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Mostrando las entradas etiquetadas como Loro

PAGO Llegó la modernidad, carajo

Imagen tomada por el huyamampeño Jorge Llugdar Cuáles fueron las señales que anticiparon el cambio del lugar de la infancia, qué hace ahora la gente en esos pueblos Una de las primeras señales que tuve de que el pago de la infancia había cambiado, fue cuando me di con que habían sacado los palenques para atar los caballos en los almacenes de Balcedo, Ulises y la tía Tutu. Al desmontar me hallé desconcertado, mareado, ¿cómo puede ser?, me preguntaba. Tuve que atar el mancarrón en un poste de luz porque la modernidad llegó con tanta fuerza que —me contaron después— mucha gente se sentía ofendida si hallaba señas de lo que había sido enantes el pueblo. Todavía hoy los viejos se enojan cuando se les recuerda que en aquellos tiempos vivían tras los ancochis en un caserío desperdigado por aquí y por allá, sin calles trazadas y carros tirados por mulas pasando por lo que ahora vendría a ser el centro, a la vuelta de la cosecha de caña de Tucumán. Oiga bien, en un lugar rodeado de un bosque in

CENSO La Argentina se achica

Un mundo sin niños Entre censo y censo nacieron unos 800 mil chicos menos que los previstos, mientras en Buenos Aires la gente prefiere vivir con animales El diario La Nación avisa que en la Argentina, entre censo y censo, nacieron cerca de 800 mil chicos menos que los previstos y que en lo que otrora era la Capital Federal, hay más perros y gatos que chicos viviendo con la gente en las casas. Hoy es normal que uno viva con su animal y no con alguien humano, digamos. ¿Un signo de los tiempos?, quizás, pero ¿quién es quién para juzgarlo? Lo cierto es que habría que davueltar el dicho para que exprese: “Éramos pocos y no parió la abuela”, así se ajusta a una realidad que aflige. Hay gente que prefiere vivir con su perro, con su gato, con su loro, y no con su hermano, su hijo, su padre, su amigo, su novia. Lo peor es que la información no causa perplejidad, asombro, extrañeza o sorpresa. En el fondo se estaba esperando una nota que confirmara la percepción general y es que en las ciudades

ANIMALADA El perro nunca es parte de la familia

Champú para ellos Solamente podría ser persona si un día Dios quisiera darle un alma e inteligencia Hay varios tipos de familia, desde la familia tipo, con madre, padre, dos hijos, hasta la ensamblada de los tuyos, los míos, los nuestros, pasando por las monoparentales de madre o padre y un solo hijo, la ampliada en que también están incluidos otros parientes como abuelos, primos, tíos, sobrinos. En ninguna forma de familia y para ningún sociólogo figura el perro. Porque se considera tal a la formada por gente, personas, cristianos, humanos o comoquiera que nos llamemos los bípedos implumes. Si estuvieran incluidos los animales también deberían contar los ácaros que viven por millones en nuestra casa, los antipáticos piojos que suelen traer de la escuela los niños, el loro, el gato, la tortuga. No vale el hecho de que usted lo haya adoptado cuando era cachorrito, le haga comer lo que el veterinario le indique, le haya dado el biberón cuando era pequeño, lo vista, le compre juegos, golo