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Mostrando las entradas etiquetadas como Barquito Bar

LEYENDA Si Santiago se inunda tomemos café en el Barquito

Ahora es Bonafide En uno de los cafés más tradicionales de la ciudad siempre hay un amigo esperando para contarle algo A Montero, mozo que sabía ser El Barquito sigue siendo el bar más emblemático de la capital de los santiagueños y, aunque actualmente sea Bonafide, muchos lo nombran con su antiguo apelativo. Además de su distinguida clientela, es la segunda casa de jubilados y desocupados que se instalan a eso de las 11 de la mañana y se van recién pasado el mediodía. Heredó la antigua fauna que habitaba La Ideal, debajo del Grand Hotel, cuando se convirtió en Carlos V, llamado así en honor al cinco veces gobernador de Santiago Carlos Arturo Juárez (de pie para nombrarlo o se enojan las Quijotes con faldas). Sus habitués se mudaron al Barquito, espantados con esos aires aristocráticos que le dieron al otrora popular café. Y volvieron a sentirse en casa viendo desfilar chicas por la vereda, oyendo el rumor de las palomas que bajan a desayunar, sabiendo que en cualquier momento pasará u

RELATO El sexo de los ángeles

El reloj del Rotary desde una vidriera del Tabycast Por qué cuando el mundo se cae a pedazos, es necesario pensar sobre asuntos intrascendentes “Mientras estamos dando de comer a las palomas y discutiendo el sexo de los ángeles, el mundo se cae a pedazos, como en la caída de Constantinopla”, dice el Colorado. Uf, desde que la hija estudia el profesorado de historia, siempre trae resonancias de los griegos, los romanos, los árabes, los visigodos, los ostrogodos. Julito Díaz sabe decir que no ve la hora de que la chica empiece a estudiar historia argentina, para que el padre baje a la Tierra. A ver si le podemos discutir porque, oiga amigo, quién va a estudiar historia antigua para ir al Barquito Bar. Pero es Agustín el que lo frena “Avisame cuando el mundo se venga abajo, no haya ninguna esperanza de ganar la batalla, los malos vengan por todo y no tengamos ni cómo alzar la mano para tirarles una pedrada”. El Colorado le pregunta: “¿Por qué?” Y Agustín arremete con todo. “Porque ese es