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Mostrando las entradas etiquetadas como Celeste

CELESTITA La aburrida bandera

Banderas del mundo La bandera argentina no es la más bella del mundo, aunque uno la quiera con toda el alma No es lindo lo que es lindo sino lo que a uno le gusta, saben decir. Bueno, como corresponde, a uno le enseñan a querer la bandera celeste y blanca que Manuel Belgrano nos legó, se emociona cuando la observa flamear en algunas fiestas patrias,bailando al viento, con el dorado sol ondeando justo en el medio. Pero es feíta, se lo digo, aunque suene a blasfemia. No es falta de patriotismo decir que la bandera argentina es medio aburrida, como que le faltan colores, es poco emocionante por sí misma. Si usted mira todas las banderas juntas y entrecierra los ojos, verá que el color más usado es el colorado, llamado rojo por los que gustan del francés. La del Brasil es muy bonita: la ´verde amarela´, con un globo azul en el medio, las estrellas y, como para que nadie tenga dudas, su lema: "Orden y progreso", que debiera ser el de todas las naciones del mundo. La del Paraguay t

TRABAJOS Ella enfila para el corral

"Paisaje santiagueño" de Hugo Argañarás Un día en la vida de una mujer, criando los hijos y con el marido lejos, en alguna cosecha o atareado en los trabajos más duros del campo Antes de que el alba tiña de celeste el guayacán del patio, aparta las colchas, sigilosa. Se viste a ciegas en la habitación, saca agua del aljibe para lavarse. Antes de salir agarra los tachos, la manea, el lazo chileno, y enfila para el corral caminando leve por una senda que conoce con la memoria de tantos días recorriéndola. Balan las vacas mientras les abre la puerta para que entren al coral. Después va soltando uno a uno los terneros. Apenas el primero toma el apoyo, lo enlaza con una maestría que envidiaría cualquier hombre, lo ata en el algarrobo, manea a la madre y ordeña baquiana, como lo viene haciendo desde que era chinita y acompañaba a su mama al corral y ella a su vez iba con su abuela. Después hará lo mismo con el resto de las vacas, hasta terminar de sacarles la leche. Todas las mañan

RELATO Un río pasa de la Avellaneda a la Libertad

En El Barquito Llegó la primavera, todos lo saben, las polleras de las chicas son más cortas, eso parece al menos Sentado en una mesa de la vereda del Barquito, observa cómo pasa el río que viene de la Avellaneda, se junta, haciendo un remolino, con el que viene del otro lado, en la puerta del Tabycast. Santiago tiene su esquina tradicional y ese bar que no van a erradicar por más que pasen los años y mundo se haga agua. Siempre tendrá al menos una mesa en que se sienten cuatro o cinco, pidan un solo café para todos, porque es fin de mes y no hay plata que alcance ni bolsillo que aguante. El Sapo Gerez piensa que uno no es uno nomás, sino uno y su circunstancia y por eso se sienta siempre mirando a la vereda, casi a la orilla del bar, para espiar lo que sucede también en las otras mesas, haciéndose el tonto, como perro que ha volteado la olla. Los amigos han de llegar dentro de un rato, ya les sacó ventaja, pidió el único café de la mañana y va por el quinto vaso de soda, matizando la