Cuando ya no le quedaba nada en las góndolas Fue el supermercado de las terceras marcas hasta que un día se fundió y los santiagueños se quedaron sin tener dónde comprar un poco más barato Luque fue el supermercado de las terceras y cuartas marcas. Ahí no iban a comprar las amas de casa con apellidos importantes y autos con chofer sino, como decían las madres de antes “los Gómez de la guía”, gente humilde, que debe estirar el sueldo solamente para comer hasta fin de mes. De un día para otro se vació de mercadería, después escasearon los clientes para las dos o tres cositas que iban quedando y al final, cuando no hubo más mercadería para comprar ya nadie fue y cerró. Todo se dio aquí en Santiago, en un lapso de tres meses, pongalé cuatro. Los empleados, que no tuvieron nada que ver con la caída de esta empresa, lo único que querían era, de alguna manera, conservar el trabajo, pero lo perdieron. De lo que pasaba en la empresa se enteraron lo mismo que los clientes, por los diarios, por l
Cuaderno de notas de Santiago del Estero