La propaganda lo convirtió en reptil El líder ruso es tomado como la encarnación del mal, un reptil abominable, pero, ¿es tan así? A veces es increíble la naturalidad con que se maneja la propaganda en tiempos de guerra. Con la amenaza de un gran conflicto bélico en Ucrania, han empezado a aparecer notas sobre la personalidad de Vladimir Putin, presentándolo, o como un tonto que llegó al poder o como un manipulador capaz de cualquier cosa por mantenerse. O como un reptil abominable, según disemina la prensa en los últimos días. Antes de que sonara el primer cañonazo se intentaba presentarlo como un Adolfo Hitler matando a 6 millones de judíos, un Pol Pot liquidando a 3 millones de camboyanos o un Stalin, capaz de matar 10 millones de cristianos por odio a la religión. Es casi la encarnación del mal y de todo lo que no queremos en la sociedad. Un autócrata capaz de cualquier cosa, un malvado. Dicen: “Fue parte de los servicios secretos de la Unión Soviética”, como si eso solamente bas
Cuaderno de notas de Santiago del Estero