Imagen de archivo En Balcarce anduvo en la desflorada; en Catamarca y La Rioja para el tiempo de la aceituna, Mendoza y San Juan, la uva Antes de romper el alba aparta las colchas, silenciosa y sin pereza. Se viste, después de lavarse a las apuradas, agarra los tachos, la manea, el lazo, y enfila para el corral. Primero mete las vacas. Después va soltando, uno a uno, los terneros. Cuando toman el apoyo los ata en el algarrobo y ordeña baquiana, con una precisión que le llega en la sangre. Todas las mañanas igual, de lunes a lunes, de marzo a octubre. El verano no sirve, dice, porque el calor la echa a perder. Al volver despierta a los chicos para que vayan a la escuela. Ellos creen que es natural que haya tortilla o pan y una taza de leche caliente a la que a veces le arrima un leve color café con la cascarilla que compra en el pueblo si le sobran algunas monedas. Él anda de cosecha en cosecha, a veces regresa con plata, otras ocasiones no gana mucho, deja lo poco que ha ganado en la c...
Cuaderno de notas de Santiago del Estero