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Mostrando las entradas etiquetadas como Chorro

TRADICIÓN El secreto de Manuelito

Un Manuelito Los aviones aterrizaban en la parada del ómnibus y el abuelo fundaba una infancia de leyenda para la nietada Cuando los nietos se portaban mal, el abuelo hablaba con el piloto del avión a chorro de las 9 y media para avisarle y pedirle que baje y los lleve a la casa. Se iba detrás de la pirhua en que guardaban el maíz y el zapallo y se hacía el de hablar con el amigo. -Sí, sí. Son dositos nomás. Vaya bajando, endemientras les preparo los bolsitos así los lleva a… ¿cómo dice?... ¿primero va a Buenos Aires y después los lleva a la casa?, no importa, usted me los lleva y listo… Los nietos no iban al otro lado de la pirhua por la ampalagua. Los tíos habían pillado una y la habían dejado ahí para que comiera los ratones que se hacían en el maíz. A veces también pillaba un pollo, pero, según decía, era poco el precio que pagaba para tener el zapallar a resguardo. Algunas veces los nietos le preguntaban dónde iba a aterrizar el avión. Respondía que en el cerco del pasto ruso o en...

ESTACIÓN Desnudos y felices

Saluden al astronauta ¿Es posible observar, a simple vista y desde la Tierra, cómo se acopla la Estación Espacial Internacional con el satélite para arreglarlo? De tarde iban a tirarse en el pastito del cerco de la finada Rosa, miraban más allá de las nubes buscando el satélite que a esa hora le tocaría sacarles fotos, calculaban. Decían que no era como buscar un avión a chorro pasando entre las nubes, porque al menos se siente el ruido lejano. En este caso debían mirar fijamente un lugar, luego otro y más tarde otro y así hasta que lo hallaban. Era un pequeño puntito blanco perdido en la inmensidad azul del Cielo de la siesta o de la tarde, casi invisible, cualquiera hubiera dicho una motita de polvo, un defecto de la vista, una suciedad del ojo, sin embargo, se movía, despacito, muy lenta, casi imperceptiblemente, pero caminaba. Más tarde, cuando oscureciera llegarían los otros satélites, los de la primera hora de la noche, visibles a simple vista, viajando por las estrellas a contra...

ONCE el patio del norte

La Recova de Once Pincelada del lugar más típicamente provinciano de Buenos Aires Por Alfredo Peláez (especial para Ramírez de Velasco) Estuvimos unos dias en la "Capifede" con mi señora, para una visita de control en la Fundación Favaloro. Visitamos Once, quería ver algo de ropa y mientras ella recorría me senté en la histórica Recova en un café de mala muerte. Vi la remodelada plaza Miserere, sinónimo de levante en mis 18 años, que era puro cuento.  Ese lugar inicialmente fue una quinta, conocida como Quinta de Miserere o Corrales de Miserere. Hacia 1814 se la denominó como Mataderos de Miserere, llamándose Hueco de los corrales en 1817 y Mercado del Oeste por 1850. También fue conocida como Mercado o Plaza 11 de Septiembre, en homenaje al 11 de septiembre de 1852. La denominación Plaza Miserere data de 1947. Debe su nombre al antiguo vecino Antonio González Varela, apodado "Miserere", por su misericordia y bonhomía, pero popularmente es mucho más conocida como Pl...