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Mostrando las entradas etiquetadas como Aristóteles

TATUAJES Sin crítica personal

Tatuaje moderno Si alguien dice que sus ideas son equivocadas, no está afirmando que usted es una mala persona, solamente no coincide con su pensamiento Muchas veces, el problema es que la crítica se personaliza y a quien se le señala una discrepancia de ideas, supone que uno le está reprochando o lo increpa a él. Un decir: si alguien sostiene que los aristotélicos están equivocados y usted se considera aristotélico, están diciendo algo malo de sus ideas, amigo, pero no de usted. Por eso está mal advertir “no estoy de acuerdo, pero respeto tus ideas”. Si no está de acuerdo, no las respeta, porque respetar es acatar, obedecer, someterse. En realidad, usted respeta al otro, respeta su libertad para expresar su pensamiento, pero, por favor, no diga que respeta sus ideas porque, al no estar de acuerdo, claramente no las respeta. Pero estos son conceptos bastante elementales, que los lectores de este blog conocen muy bien. Por eso vamos al asunto de hoy. Para quienes tenemos Dios, nos hizo

ENSAYO La superioridad de los libros

La lectura enriquece siempre Leer los clásicos es lo recomendable cuando se trata de entender el mundo moderno y las noticias de todos los días Por poco que te alejes de otras actividades recreativas en tu vida y arrimes a la lectura de cualquiera de los clásicos, irás entendiendo mejor la realidad que te rodea. No valdrán una mosca aplastada contra el vidrio la radio, la televisión y sus múltiples variantes, incluidas Netflix, la computadora, el telefonito, WhatsApp y hasta los diarios (que vienen a ser historietas para niños, comparados con las grandes crónicas y los enormes pensamientos que se desparramaron por el mundo desde que aprendió a leer). Si usted toma, por dar sólo un caso, la Política, de Aristóteles, comprenderá por qué, entre otras cosas, justificaba la esclavitud como un instrumento compasivo y no con la crueldad que usted la estima. Tenga en cuenta que en aquellos días conseguir la comida era asunto arduo, por lo que tomar prisioneros y cuidarlos como indican las conv

BIOGRAFÍA Los sinónimos y Galeno

Retrato (más o menos), de Galeno Quién fue uno de los médicos más famosos de la antigüedad, qué hizo para que su nombre fuera considerado sinónimo de todo el arte de curar A mucha gente se le da por creer que existen palabras con significado idéntico. Así dicen “galeno”, para significar que se están refiriendo a un médico. Es como si dijeran “Messi”, cada vez que hablan de un futbolista, pues Galeno mucho más que un hábil gambeteador, fue un médico que existió en la realidad. Sus escritos han sido el fundamento de la instrucción de la medicina y de su práctica hasta el siglo XX. Pero, quién fue. Vamos a por él amigos, diría un gallego. Claudio Galeno, tal su nombre, fue un famosísimo médico griego, nacido en Pérgamo, en el 131 antes de Cristo, en tiempos de Adriano y muerto 70 años después, durante el reinado de Severo. Su padre, el arquitecto Nicón, fue su primer maestro de filosofía y lo inclinó a afiliarse a la escuela de Aristóteles y de los estoicos. Recibió más tarde lecciones de

ESCLAVITUD El telefonito de Aristóteles

Aristóteles El sabio macedonio sigue teniendo valor en las cosas de todos los días, hasta hoy mismo: la justificación de la esclavitud es asunto vigente Alguna vez se debería escribir un tratado a favor de la antigua esclavitud, institución caritativa que salvaba de la muerte a los pueblos que habían perdido una guerra, a cambio de que trabajaran para los ganadores. Esta relación entre vencedores y vencidos establecía también que el esclavo debía ser fiel a su amo, pero a cambio recibía cama, comida, remedios y a veces hasta un estipendio periódico. Uno de los que hablaron a favor de esta institución del mundo antiguo es, amigos que siguen este folio, el gran Aristóteles, estagirita, sabio de la antigua Grecia nacido en Macedonia, alumno de Platón y maestro de Alejandro Magno. Hoy los pueblos vencidos sufren crueles castigos, aunque no hayan tenido nada que ver con las atrocidades que cometió su gobierno. La gente es obligada a consumir los productos que fabrican los vencedores, le gus

FALACIAS Nadie esconde la cabeza como el avestruz

Avestruz americano A esta historia la contó Plinio el  Viejo, un romano cuyos libros  feron modelo hasta  siglos después Hay ideas que vienen envasadas y listas para consumir desde hace siglos. Y a pesar de que nadie las comprobó y aparentemente son mentiras, la gente las sigue creyendo como si fueran la verdad revelada. Otras, en cambio, son desmentidas, aunque sea unos cuantos siglos después y se terminan poniendo las cosas en su lugar. Entre las primeras, figuran los avestruces que, para huir del peligro esconden la cabeza en un hoyo en el suelo. Quienes la defienden, sostienen que lo hacen por dos razones, una porque el miedo les provoca un ocultamiento quizás inútil. Y otra porque a la distancia quizás los depredadores los confundan con un arbusto. Pero es todo mentira. Imagine un avestruz africano o un suri americano observando que se acerca un león. Casi siempre sale a la disparada, antes que buscar un agujero para meter la cabeza. Hasta eso el otro lo ha visto y va y se lo com

INTIMIDAD Pasión, lujuria, ímpetu, deseo

Marilyn Monroe (a modo de ilustración) Una mezcla de sensaciones que quizás sean algo menos o más que el amor carnal Me gustaste desde el primer día, con tus redondeadas formas, tu andar silencioso tus ágiles y delicadas formas. Eras y sigues siendo, liviana, frágil, casi incorpórea, de formas leves y medidas perfectas. Dejas que te tome de la manera que más me gusta y siempre te abandonas a mí cuando me acerco como lo vienes haciendo desde aquella vez que te vi, lejana y sola. Hoy quisiera decirte todas las emociones que me oprimieron el pecho cuando estuvimos juntos sabiendo que serías mía, pero sé que no me escucharás, porque siempre tuviste un aire de indiferencia que provoca que me gustes más y más. ¿Sabes?, soy un tipo tradicional, yo arriba, vos abajo, las pocas ocasiones en que te di vuelta, fue simplemente para comprobar que, de cualquier forma, seguías siendo la misma, ajustadamente y definitivamente mía. No es amor ni cariño lo que siento por vos, sino una mezcla de pasión,

FRASES Vísteme despacio

Napoleón Bonaparte Para qué han vivido los grandes hombres de la humanidad y cómo los recuerdan En la antigüedad uno se podía llamar Aristóteles y ser de Estagira o ser Arístocles y tener de apodo Platón o haber nacido Cicerón para ser retórico romano o Napoleón Bonaparte, general y emperador francés o Manuel Belgrano, licenciado y general porteño. Bien o mal, hacía cosas, pensaba, escribía, enseñaba, daba discursos memorables, viajaba, volvía, guerreaba y hacía la paz, ganaba y perdía. Cada uno de sus actos han sido considerados al detalle por historiadores de toda laya. Ellos y también Miguel de Unamuno, Sócrates, hijo de una partera, René Descartes, William Shakespeare, Miguel de Cervantes, Charles Darwin, Julio César, Albert Einstein, Jorge Wáshington, Isaac Newton, Pitágoras y tantos y tantos y tantos otros conocidos o más o menos, tuvieron vidas interesantísimas. Con cada uno se enriquecieron las ciencias, las artes, la guerra, la filosofía, la literatura, en fin. En el medio hub

OPINIÓN Mariposa traicionera

El sueño del chino Quién dijo lo que dijo y por qué lo dijo otro Se han escrito varios libros sobre las frases que se atribuyen a una persona y, en realidad las dijo otro antes que ellos o no las pronunció nadie. En la actualidad se podrían escribir varios pesados libros con enunciados que no llevan a ningún lado, o elementales, que circulan por las redes de internet y WhatsApp. Hay un déficit enorme de estudios de historia en las escuelas, los chicos apenas saben quién era Manuel Belgrano, Bartolomé Mitre , tres o cuatro más y pare de contar, pregunte a un estudiante de quinto año quien era, qué hizo o a quién le ganó Bernardo de Irigoyen, por dar un personaje —no tan— secundario y no tiene pucha idea. Una frase de Napoleón Bonaparte, “vísteme despacio, etcétera” , es tan común, que hay gente que lo único que sabe del tal Napoleón, es esa frasecita. Si le preguntan, quizás diga que claro que lo conocieron, era una confitería que quedaba en la Avellaneda, a media cuadra de la plaza Li