El sueño del chino |
Quién dijo lo que dijo y por qué lo dijo otro
Se han escrito varios libros sobre las frases que se atribuyen a una persona y, en realidad las dijo otro antes que ellos o no las pronunció nadie. En la actualidad se podrían escribir varios pesados libros con enunciados que no llevan a ningún lado, o elementales, que circulan por las redes de internet y WhatsApp.
Hay un déficit enorme de estudios de historia en las escuelas, los chicos apenas saben quién era Manuel Belgrano, Bartolomé Mitre, tres o cuatro más y pare de contar, pregunte a un estudiante de quinto año quien era, qué hizo o a quién le ganó Bernardo de Irigoyen, por dar un personaje —no tan— secundario y no tiene pucha idea.
Una frase de Napoleón Bonaparte, “vísteme despacio, etcétera”, es tan común, que hay gente que lo único que sabe del tal Napoleón, es esa frasecita. Si le preguntan, quizás diga que claro que lo conocieron, era una confitería que quedaba en la Avellaneda, a media cuadra de la plaza Libertad.
Algo parecido sucede con Jorge Luis Borges a quien le atribuyen el “Poema de los helados”, porque en una parte sostiene que comería más helados. Como el público se renueva, cada tanto vuelve a aparecer por internet: “Si pudiera vivir nuevamente mi vida, // en la próxima trataría de cometer más errores”. Ni en sus peores pesadillas, a Borges se le hubiera ocurrido escribir eso.
Zhuang Zhou, un filósofo chino del siglo IV antes de Nuestro Señor, escribió un poema que, resumido, dice: “Anoche soñé que era una mariposa, ahora ya no sé si yo era entonces un hombre soñando que era una mariposa, o si ahora soy una mariposa, soñando que es un hombre”. Son versos orientales, que solamente se le podrían ocurrir a un chino, a un indio, a un japonés quizás. Pero cada tanto aparece alguno atribuyéndosela a Aristóteles de Estagira, el filósofo griego, a quien quizás le hubiese gustado que hoy se lo recuerde por palabras que sí dijo y mucho más edificantes, como su apología de la esclavitud.
A veces me digo que es el signo de los tiempos y que dentro de poco Maradona será solamente el tipo que dijo “la mano de Dios”. La frase “las penas son de nosotros, las vaquitas son ajenas” se la atribuirán a Charly García. Eso sí, el famoso “que se doble y no se rompa” seguirá siendo una expresión de deseos tan inútil y contraria a la política como su contraparte, “combatiendo al capital”.
Otras ocasiones se me da por pensar que no hay mala intención en quienes las repiten, sino solamente ignorancia. Pero, diga usted, qué opina. Abajo hay lugar “como para hacer dulce”, como dijo el general San Martín, mirando los Andes.
©Juan Manuel Aragón
Algo parecido sucede con Jorge Luis Borges a quien le atribuyen el “Poema de los helados”, porque en una parte sostiene que comería más helados. Como el público se renueva, cada tanto vuelve a aparecer por internet: “Si pudiera vivir nuevamente mi vida, // en la próxima trataría de cometer más errores”. Ni en sus peores pesadillas, a Borges se le hubiera ocurrido escribir eso.
Zhuang Zhou, un filósofo chino del siglo IV antes de Nuestro Señor, escribió un poema que, resumido, dice: “Anoche soñé que era una mariposa, ahora ya no sé si yo era entonces un hombre soñando que era una mariposa, o si ahora soy una mariposa, soñando que es un hombre”. Son versos orientales, que solamente se le podrían ocurrir a un chino, a un indio, a un japonés quizás. Pero cada tanto aparece alguno atribuyéndosela a Aristóteles de Estagira, el filósofo griego, a quien quizás le hubiese gustado que hoy se lo recuerde por palabras que sí dijo y mucho más edificantes, como su apología de la esclavitud.
A veces me digo que es el signo de los tiempos y que dentro de poco Maradona será solamente el tipo que dijo “la mano de Dios”. La frase “las penas son de nosotros, las vaquitas son ajenas” se la atribuirán a Charly García. Eso sí, el famoso “que se doble y no se rompa” seguirá siendo una expresión de deseos tan inútil y contraria a la política como su contraparte, “combatiendo al capital”.
Otras ocasiones se me da por pensar que no hay mala intención en quienes las repiten, sino solamente ignorancia. Pero, diga usted, qué opina. Abajo hay lugar “como para hacer dulce”, como dijo el general San Martín, mirando los Andes.
©Juan Manuel Aragón
En ese momento, el General estaba mirando el Himalaya. Me lo han dicho hace un rato por "Guasá".
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