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Mostrando las entradas etiquetadas como Flor

LIBROS La biblioteca del Profe

Hombre con libros Cómo era, qué libros guardaba aquel cuyo nombre sería impuesto a una placita cuando finalmente se muriera Si al Profe le preguntaban de su biblioteca, él que era todo un poeta hubiera tenido mil respuestas para dar. Podría haber dicho que era el tesoro de su hogar, la luz de su inteligencia, la flor del corazón de sus pensamientos. Miles de alabanzas o descripciones hay sobre ese lugar de la casa de uno al que uno recurre cuando está aburrido o precisa un dato que solamente se ha visto en aquel libro del que no recuerda nombre ni autor, pero sabe que lo reconocerá apenas divise su lomo entre los demás. El Profe leía las clases, dejaba una copia en la rectoría, entregaba una a sus alumnos y se guardaba la tercera para él. No lo hacía porque no supiera de qué hablaría sino porque tenía un miedo visceral a decir macanas. Que eso es un meticuloso, el tipo que, de tanto, tanto, tanto miedo, hace las cosas bien. O tal vez era un burócrata, esos que no solamente se aprovecha...

NEGOCIO La brea para caramelo

Brea florecida Una humilde planta que se halla en las tres Américas, podría ser la salvación para la economía de los paisanos La brea es una humilde planta de Santiago del Estero, pero si usted recorre las partes secas de América, la hallará en el sur del Paraguay, sur de Bolivia, sur del Brasil, Colombia, Venezuela y, si se descuida llegará a Méjico, Estados Unidos y también habrá, qué maravilla. Tiene una florcita amarilla, que aparece en setiembre, octubre, inmediatamente después de que florece el chañar, vistiendo el bosque de un color que hace alegrar el alma de los paisanos. Si usted desmonta un lugar cualquiera en Santiago, y lo deja tranquilo, sin cultivar, lo primero que aparecerá será la brea, tanta, que al cabo de unos años será difícil pasar por el lugar sin desnudarse con sus espinas. Dicen los que saben que no puede usarse como madera, usted la corta y al tiempito nomás está reseca e inservible, deshaciéndose en el piso, como un papel, pero carpinteros amigos dicen que, s...

LEYENDA Esquinero sin historia

Cargando el camión con postes “Después, un viaje en camión rumbo al sur y finalmente fui plantado en medio de esta pampa bárbara, en la esquina de un campo cualquiera, para marcar la última frontera de las vacas” Todos tienen su leyenda, la pequeña hormiga, el chancho del monte, el uturungu, el yuto, el hualo, yo también exijo la mía: soy el fuerte poste esquinero, el que aguanta dos tiradas de alambre, una de cada lado, con cinco hilos pechando al mismo tiempo. Mi trabajo está hecho solamente de paciencia y fuerza bruta. Plantado en el campo bárbaro, con cerca de la mitad de mi cuerpo en la tierra, espero sin ganas, pero con fuerza, un futuro que nunca va a llegar. Fui un quebracho creciendo fuerte, llegué a ser el techo del bosque, florecí a destiempo, para proteger a las demás plantas en su crecimiento natural. Desde mi alta copa vi crecer el resto de un mar verde que se extendía hasta más allá de lo que daba el ojo, oleaje que se agitaba con el viento o temeroso madero mirando nace...