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Mostrando las entradas etiquetadas como Oportunidad

MALVINAS Forma de recuperarlas

Jinetes malvineros, ahijuna Hay una manera de que las islas vuelvan a ser argentinas: es difícil pero se puede lograr, sólo es cuestión de proponérselo En poco tiempo se van a cumplir los 200 años desde que Gran Bretaña nos arrebató las Islas Malvinas, uno de los rincones de la Argentina más queridos por todos los hombres de bien de este país. En 1982 fue la última oportunidad que tuvimos de volverlas a hacer nuestras y fallamos. Para decirlo en criollo, nos hicieron cagar y volvimos con la cola entre las patas. Tanto fue el dolor, que el gobierno militar de entonces y los que lo siguieron se dieron a la tarea de desmalvinizarnos, es decir, intentaron quitarnos el sentimiento de pertenencia de las islas, como si no valiera la pena recuperarlas porque son ajenas, ya está, se venció el plazo para volverlas a nosotros y es mejor y más productivo pensar en otra cosa. Se dice que los ingleses erigieron una fortaleza en esas ínsulas, hay buques de guerra rodeándolas constantemente, y cientos

CONSEJO Vos remá

No abandones el remo Qué hacer en cualquier circunstancia de la vida, ante una alegría o frente a una adversidad Si el mundo se viene abajo, remá. Cuando todo esté en contra, remá. Si nadie está de acuerdo, remá. Cuando las olas sean más altas que tu barquito, remá. Si la vida es cuesta arriba, remá. Si la corriente del río viene de allá, remá. Cuando tengas dudas, remá. Mientras esperas que otros hagan su parte, remá. Si no debes aguardar el trabajo de nadie, con más razón, remá. El día que te den una buena noticia, remá. Cuando te digan que algo malo sucedió, remá. Si los pronósticos optimistas auguran que fracasarás, remá. Pero cuando digan que tendrás éxito, con más fuerza, remá. Si a tu alrededor hay amargura, remá. Cuando lleguen los días felices, también remá. Para no andar aburrido, en tus ratos libres, remá. Cuando estés muy ocupado en las naderías que ofrece la vida, acordate de quién sos, de dónde vienes y, como todos los días y sin parar, remá. Si un dolor te cimbra el pech