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Mostrando las entradas etiquetadas como Amor

NOVIAZGO Un resto de pudor femenino

Zapatos de mujer “Una ocasión la quise espiar mientras se bañaba: dejó sus prendas en una sillita, aflojó el grifo del agua y antes de entrar a la bañera…” No se sacaba los zapatos. Cualquier cosa hacía por mí menos sacarse los zapatos. Cuando le preguntaba por qué, me decía con tono de bolero: “Dejame que tenga un resto de pudor, de recato para mí, lo demás te lo he dado todo”. Así pasamos varios inviernos, yo amándola con desesperación, ella creo que también, sólo que no se sacaba los zapatos ni cuando suspiraba nuestro amor entre las encendidas sábanas. Los conocidos quizás decían “mirá que linda pareja”. Para su familia y la mía, habíamos alcanzado en brazos del otro “la cumbre del remanso”, según dijo una tía suya en un oxímoron destemplado. Pero lo que había comenzado como un capricho suyo, como una ocurrencia, se había hecho una obsesión. En todo estaba de acuerdo conmigo. Si quería ir al cine sólo tenía que decírselo, cuando la invitaba a la pizzería iba con gusto, caminar a mi

LEYENDA El tortugo astudo

Tortugo con astas Que cuenta cómo fue que un falso amor floreció en el bosque y cómo se dieron cuenta los ancianos de que dos almas estaban perdidas La historia que se va a contar aquí sucedió realmente, por lo que es posible que su autor deba cambiarle el título. A veces en una sola palabra se resume toda la tontería de que es capaz un ser vivo, concentra la estupidez y confirma que la colonización del espíritu es una de las maldades más ruines que es dable esperar de un aparato. Resulta que al Zorro gustaba enormemente la Tortuga, pero por esas cosas de la vida, nunca le había confesado su amor. Una vez la fue a visitar, pero justo cuando estaba en la casa, llegó el Tortugo y entre los dos le mintieron que él estaba pasando cerca, sintió sed y entró a pedir un vaso de agua. En otra ocasión, la topó en un cruce de caminos, pero él andaba disparando de unos perros, así que se saludaron a las apuradas y él siguió corriendo. También se encontraron en el cumpleaños del león, pero había ta

1924 ALMANAQUE MUNDIAL Poemas

Portada de una edición de Veinte Poemas de amor y una canción desesperada El 15 de junio de 1924, se publica Veinte poemas de amor y una canción desesperada, del chileno Pablo Neruda El 15 de junio de 1924, se publicó Veinte poemas de amor y una canción desesperada, de Pablo Neruda. Era un poeta, diplomático y político chileno que recibió el Premio Nobel de Literatura en 1971. Había nacido el 12 de julio de 1904 en Parral, Chile, como Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto y murió el 23 de septiembre de 1973 en Santiago. Es quizás el poeta latinoamericano más importante del siglo XX. Era hijo de José del Carmen Reyes, trabajador ferroviario, y Rosa Basoalto. Su madre murió al mes de su nacimiento y dos años después la familia se mudó a Temuco, pequeño pueblo al sur de Chile, donde su padre se volvió a casar. Neruda fue un niño precoz que comenzó a escribir poesía a los 10 años. Su padre trató de disuadirlo de escribir y nunca se preocupó por sus poemas, por lo que probablemente el jove

INUNDACIÓN Rayos y centellas

Mujer que llora, Pablo Picasso El llanto es un aluvión que no deja nada en pie, como le sucedió a la mujer del cuento que sigue a continuación Siempre andaba inundada de lágrimas de un dolor inconmensurable en el pecho. Un gran paquebote antiguo hubiera navegado por su casa, sin tocar fondo, yendo del living a la cocina y de ahí al patio sombreado por la parra bajo cuyas hojas el amor perdido alguna vez interpretó endechas en la guitarra, solamente para ella. Lloraba porque se le había mandado a mudar a otras islas quizás más felices, ese hombre con el que había soñado vivir una existencia feliz, criando hijos, viéndolos crecer y llegar a una vejez sin sobresaltos. Sus lágrimas eran gotas de lluvia insistente, pertinaz. De haber nacido en tiempos bíblicos, le habría correspondido ser la Magdalena que —según decía el cura en el catecismo —lavó con sus sollozos los pies de Nuestro Señor. De mañana temprano, sus ojos tristes paseaban en el ómnibus que la llevaba al trabajo, atendían al pú

1883 CALENDARIO NACIONAL Carriego

Evaristo Carriego El 7 de mayo de 1883 nace Evaristo Carriego, reconocido poeta El 7 de mayo de 1883 nació Evaristo Francisco Estanislao Carriego, en Paraná, Entre Ríos, Argentina. Fue un reconocido poeta que murió el 13 de octubre de 1912 en Buenos Aires. Se crió en una familia con profundos vínculos en Entre Ríos, descendientes directos de Hernán Mejía de Mirabal (conocido como "El Bravo"), uno de los fundadores de la ciudad de El Barco, que luego fue Santiago del Estero. Sus padres fueron Nicanor Evaristo Carriego Ramírez y María de los Ángeles Giorello. Su abuelo paterno, José Evaristo Carriego de la Torre, del cual Carriego guarda memoria en su relato "Recuerdo de mi tiempo", fue un periodista y legislador que se distinguió por su posición controvertida, como lo relata Jorge Luis Borges en su obra "Evaristo Carriego". Durante su infancia se trasladó con su familia al barrio de Palermo en Buenos Aires, específicamente a la calle Honduras entre Bulnes y

RELACIONES Cuando el amor es davueltado

Hombre y mujer “El tipo se muestra llano, sin problemas psicológicos a la vista, no viene con el peso de una ex, cargosa, fastidiosa y con una historia truculenta que levantar” Hay veces, no sé si le ha sucedido, en que un pestañeo de una mujer es la diferencia entre la conclusión de una relación y el comienzo de un malentendido que quizás podría durar años. Porque cuando una mujer no quiere, no quiere, y no le busque la vuelta, no habrá quién la mueva de ese lugar, así pasen los siglos de los siglos. Pero también suele suceder que, en un trivial instante, todo cambia y se da vuelta, el mundo se pone patas para arriba y todo podría comenzar de nuevo, flamante y davueltado. Si no, oiga la siguiente historia. Le cuenta a una amiga que es amoroso, la hace reir, es atento, tienen gustos parecidos, pero hay algo que no termina de convencerla. ¿Qué?, no lo sabe. Son cosas que suceden o no suceden, ¿ha visto? El chispazo, la mirada repentina que le hace comprender que está frente al hombre de

RECORDACIÓN Elvio Aroldo Ávila, el terror de El Liberal

Elvio Aroldo Ávila En memoria de un hombre dedicado a la docencia, la política y la familia, con pasión militante y amor por la patria Por Alfredo Peláez Era el terror de la vieja redacción de El Liberal, integrada casi en su mayoría por maestros de escuelas. También había audaces solo con estudios primarios. Elvio Aroldo Ávila, hombre serio, con cara de pocos amigos, se presentaba dos o tres veces a la semana, con unos diarios, una lapicera roja en la mano, y como un maestro de grado en su clase, se paraba en el centro de la redacción y preguntaba: "Quien escribió esto". Identificado el escriba, remataba: "Esta mal...muy mal". Y atacaba los sustantivos, adjetivos, acentos, cacofonía, errores ortográficos. Andá a llevarle la contra. No era empleado. Amigo de la casa que llevaba el magisterio en la sangre. Nació en La Banda, Santiago del Estero, el 3 de octubre de 1923. Se recibió de maestro normal nacional en la escuela normal de profesores “Manuel Belgrano” de la

MUJER San Valentín

Cena de San Valentín ¿Por qué le vas a aceptar un regalo de San Valentín a un tipo que hace caso de lo que dicen los comerciantes? Pensá, ¿por qué te regala algo el día de San Valentín?, ¿tan estúpida sos de no darte cuenta de que no te obsequió nada ayer que era día de nada o anteayer o la semana pasada?, ¿le hace caso a los comerciantes que le ordenan "regalale esto o aquello" y crees que eso es amor? Si te viene con un "vamos a cenar a un lugar lindo" o "mirá, te compré un perfume", sacalo cagando, porque no piensa por sí mismo, no sigue sus impulsos, sólo hace caso a los putos diarios, a la prostituta televisión a la propaganda de mierda de una tradición norteamericana, que quién sabe si contagia sida, dengue, coronavirus o algo peor. Ese hombre no vale la pena, aunque tenga la guita del mundo, aunque sea un intelectual, uf, de aquellos, aunque tenga una pinta que encandile a más de una amiga tuya. ¿En serio me dices que toda la semana se hizo el miste

MARCELA La aventura del matrimonio

Foto de aquel día Cómo fue que hace 21 años traje a mi mujer a Santiago para vivir con alegría la tarea de formar un hogar y los frutos que cosechamos La madrugada del 19 de enero del 2003, hace 21 años, Marcela, mi mujer, se acomodó en el asiento trasero de la motocicleta que tenía entonces, y nos vinimos a Santiago a probar la aventura del matrimonio. Ya he contado en otra parte que fue un amor a primera vista, contando los minutos que nos vimos antes de casarnos, siempre con gente adelante, estuvimos de novios 7 horas. Ella tenía 23 años y yo 43, por lo que más de uno sostuvo que lo nuestro no duraría. También hubo algunas otras oposiciones que no vale la pena mencionar. Lo cierto es que con mucha alegría nos dimos a la tarea de formar un hogar, algo que, hasta ese momento de mi vida, todo un veterano, por hache o por be, no había logrado. El 24 de noviembre de ese mismo año en que nos casamos, nació María Celia y nuestra relación se consolidó. El 24 de marzo del 2018 llegó Juan Ma

CUENTO La prueba de amor

Enamorados Lo que sucede cuando un hombre insiste a una mujer para que le entregue la prueba de su amor y ella al final le dice que sí (Omar Humberto Torres, de San Félix, departamento Jiménez, me contó la historia, cambié los nombres y algunas circunstancias para que no queden rastros de su procedencia, pero igual allá al menos, se sabrá). Desde hacía rato que le venía pidiendo que me entregue la prueba de amor, que no sea mala, que qué le costaba, si me quieres te tienes que entregar, le decía. Y ella nada, que no, que más adelante, que quién sabe, que yo no la quería, cuantas cosas. Y yo, imaginesé, meta insistir. Fue hace una vida amigo, yo andaba loco por ella, la pensaba durante todo el día, quería acariciarla, mimarla, pero sobre todo hacerla mía. Y ella dale con que no me quieres, vos sos un loco, después me vas a dejar, eso se lo dirás a todas. Ya sé que ahora las cosas son distintas, capaz que las chinitas les dicen a los changos “vamos pa la catrera” y en una de esas ellos l

MADRE El Hijo

Madre atareada (archivo) Qué sucede cuando la mujer de la casa tiene a alguien más importante que el resto de la familia, cómo actúan los otros Si lo tuviera que escribir redactaría Hijo con mayúsculas, porque para ella no tiene nombre, pero es más querido, cuidado y mimado que cualquiera de los que tuvo con el marido. Sabe que cuando él la abandone, algo que puede suceder en cualquier momento, lo va a sentir mucho más que cuando la mujercita o el muchacho se pongan de novios y un buen día le anuncien que casan o se mandan a mudar para vivir en otra parte. Si el marido se le fuera con otra, aunque sea una vecina, una amiga íntima, su propia hermana, no le importaría tanto como la defección del Hijo, algo que podría suceder uno de estos días y por cualquier motivo. Todos los días lo mira. Es blanco, con una blancura tan clara y distintiva que jamás lo confundiría con los otros hijos, pero no es una mujer racista, como podría creer cualquiera, su color estuvo dado así, sabe que lo habría

CUENTO Mujer recatada

Para todos los gustos Una extraña y casi inofensiva manía, puede provocar la huida de un hombre, como se narra a continuación No se sacaba los zapatos jamás. Cualquier cosa hacía por mí, menos sacarse los zapatos. Cuando le preguntaba por qué, me decía con tono de bolero: “Dejá que tenga un resto de pudor, de recato para mí sola, lo demás te lo he dado todo”. Así pasamos varios inviernos, yo amándola con desesperación, ella creo que también, sólo que no se sacaba los zapatos ni cuando suspiraba nuestro encendido entre las sábanas. Los conocidos quizás decían: “Mirá que linda pareja que hacen”. Para su familia y la mía, habíamos alcanzado en brazos del otro “la cumbre del remanso”, según dijo una tía suya en un oxímoron destemplado y quizás feliz. Lo que había comenzado como un capricho suyo, como una ocurrencia o un pequeño capricho, ya era obsesión. En todo estaba de acuerdo conmigo. Si quería ir al cine sólo tenía que decírselo, cuando la invitaba a la pizzería iba con gusto, caminar

SOCIEDAD Eucaliptos y eternidad

Parque Aguirre de día Oiga, con qué necesidad quienes se aman en el parque Aguirre escriben sus nombres en los pobres árboles que les dan cobijo Un muchacho ama a una chica, va al parque Aguirre, pela un cortaplumas, en un eucalipto escribe “Ramón y Mariela”, los enmarca con un corazón y quizás una flecha traspasándolo. Otro muchacho hace lo mismo. Tal vez una chica se anima a esa, digamos, “intervención urbana salvaje sobre naturaleza viva”, por llamarla de alguna manera. Se pregunta uno, que no sabe mucho del asunto, si no será una forma de dar a conocer al universo el amor que alguien profesa por otra persona. Y viceversa. O dejar constancia, quizás, de que en las cercanías y amparada en la cómplice oscuridad, en un momento de desesperado deseo, una pareja dio rienda suelta a sus ansias de desfogarse íntimamente. Los buenos escritores saben que sus textos vivirán después de que se mueran, estarán presentes en conversaciones, discusiones, ponencias, estudios, declaraciones, manuales,