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Mostrando las entradas etiquetadas como Amor

RECORDACIÓN Elvio Aroldo Ávila, el terror de El Liberal

Elvio Aroldo Ávila En memoria de un hombre dedicado a la docencia, la política y la familia, con pasión militante y amor por la patria Por Alfredo Peláez Era el terror de la vieja redacción de El Liberal, integrada casi en su mayoría por maestros de escuelas. También había audaces solo con estudios primarios. Elvio Aroldo Ávila, hombre serio, con cara de pocos amigos, se presentaba dos o tres veces a la semana, con unos diarios, una lapicera roja en la mano, y como un maestro de grado en su clase, se paraba en el centro de la redacción y preguntaba: "Quien escribió esto". Identificado el escriba, remataba: "Esta mal...muy mal". Y atacaba los sustantivos, adjetivos, acentos, cacofonía, errores ortográficos. Andá a llevarle la contra. No era empleado. Amigo de la casa que llevaba el magisterio en la sangre. Nació en La Banda, Santiago del Estero, el 3 de octubre de 1923. Se recibió de maestro normal nacional en la escuela normal de profesores “Manuel Belgrano” de la

MUJER San Valentín

Cena de San Valentín ¿Por qué le vas a aceptar un regalo de San Valentín a un tipo que hace caso de lo que dicen los comerciantes? Pensá, ¿por qué te regala algo el día de San Valentín?, ¿tan estúpida sos de no darte cuenta de que no te obsequió nada ayer que era día de nada o anteayer o la semana pasada?, ¿le hace caso a los comerciantes que le ordenan "regalale esto o aquello" y crees que eso es amor? Si te viene con un "vamos a cenar a un lugar lindo" o "mirá, te compré un perfume", sacalo cagando, porque no piensa por sí mismo, no sigue sus impulsos, sólo hace caso a los putos diarios, a la prostituta televisión a la propaganda de mierda de una tradición norteamericana, que quién sabe si contagia sida, dengue, coronavirus o algo peor. Ese hombre no vale la pena, aunque tenga la guita del mundo, aunque sea un intelectual, uf, de aquellos, aunque tenga una pinta que encandile a más de una amiga tuya. ¿En serio me dices que toda la semana se hizo el miste

MARCELA La aventura del matrimonio

Foto de aquel día Cómo fue que hace 21 años traje a mi mujer a Santiago para vivir con alegría la tarea de formar un hogar y los frutos que cosechamos La madrugada del 19 de enero del 2003, hace 21 años, Marcela, mi mujer, se acomodó en el asiento trasero de la motocicleta que tenía entonces, y nos vinimos a Santiago a probar la aventura del matrimonio. Ya he contado en otra parte que fue un amor a primera vista, contando los minutos que nos vimos antes de casarnos, siempre con gente adelante, estuvimos de novios 7 horas. Ella tenía 23 años y yo 43, por lo que más de uno sostuvo que lo nuestro no duraría. También hubo algunas otras oposiciones que no vale la pena mencionar. Lo cierto es que con mucha alegría nos dimos a la tarea de formar un hogar, algo que, hasta ese momento de mi vida, todo un veterano, por hache o por be, no había logrado. El 24 de noviembre de ese mismo año en que nos casamos, nació María Celia y nuestra relación se consolidó. El 24 de marzo del 2018 llegó Juan Ma

CUENTO La prueba de amor

Enamorados Lo que sucede cuando un hombre insiste a una mujer para que le entregue la prueba de su amor y ella al final le dice que sí (Omar Humberto Torres, de San Félix, departamento Jiménez, me contó la historia, cambié los nombres y algunas circunstancias para que no queden rastros de su procedencia, pero igual allá al menos, se sabrá). Desde hacía rato que le venía pidiendo que me entregue la prueba de amor, que no sea mala, que qué le costaba, si me quieres te tienes que entregar, le decía. Y ella nada, que no, que más adelante, que quién sabe, que yo no la quería, cuantas cosas. Y yo, imaginesé, meta insistir. Fue hace una vida amigo, yo andaba loco por ella, la pensaba durante todo el día, quería acariciarla, mimarla, pero sobre todo hacerla mía. Y ella dale con que no me quieres, vos sos un loco, después me vas a dejar, eso se lo dirás a todas. Ya sé que ahora las cosas son distintas, capaz que las chinitas les dicen a los changos “vamos pa la catrera” y en una de esas ellos l

MADRE El Hijo

Madre atareada (archivo) Qué sucede cuando la mujer de la casa tiene a alguien más importante que el resto de la familia, cómo actúan los otros Si lo tuviera que escribir redactaría Hijo con mayúsculas, porque para ella no tiene nombre, pero es más querido, cuidado y mimado que cualquiera de los que tuvo con el marido. Sabe que cuando él la abandone, algo que puede suceder en cualquier momento, lo va a sentir mucho más que cuando la mujercita o el muchacho se pongan de novios y un buen día le anuncien que casan o se mandan a mudar para vivir en otra parte. Si el marido se le fuera con otra, aunque sea una vecina, una amiga íntima, su propia hermana, no le importaría tanto como la defección del Hijo, algo que podría suceder uno de estos días y por cualquier motivo. Todos los días lo mira. Es blanco, con una blancura tan clara y distintiva que jamás lo confundiría con los otros hijos, pero no es una mujer racista, como podría creer cualquiera, su color estuvo dado así, sabe que lo habría

CUENTO Mujer recatada

Para todos los gustos Una extraña y casi inofensiva manía, puede provocar la huida de un hombre, como se narra a continuación No se sacaba los zapatos jamás. Cualquier cosa hacía por mí, menos sacarse los zapatos. Cuando le preguntaba por qué, me decía con tono de bolero: “Dejá que tenga un resto de pudor, de recato para mí sola, lo demás te lo he dado todo”. Así pasamos varios inviernos, yo amándola con desesperación, ella creo que también, sólo que no se sacaba los zapatos ni cuando suspiraba nuestro encendido entre las sábanas. Los conocidos quizás decían: “Mirá que linda pareja que hacen”. Para su familia y la mía, habíamos alcanzado en brazos del otro “la cumbre del remanso”, según dijo una tía suya en un oxímoron destemplado y quizás feliz. Lo que había comenzado como un capricho suyo, como una ocurrencia o un pequeño capricho, ya era obsesión. En todo estaba de acuerdo conmigo. Si quería ir al cine sólo tenía que decírselo, cuando la invitaba a la pizzería iba con gusto, caminar

SOCIEDAD Eucaliptos y eternidad

Parque Aguirre de día Oiga, con qué necesidad quienes se aman en el parque Aguirre escriben sus nombres en los pobres árboles que les dan cobijo Un muchacho ama a una chica, va al parque Aguirre, pela un cortaplumas, en un eucalipto escribe “Ramón y Mariela”, los enmarca con un corazón y quizás una flecha traspasándolo. Otro muchacho hace lo mismo. Tal vez una chica se anima a esa, digamos, “intervención urbana salvaje sobre naturaleza viva”, por llamarla de alguna manera. Se pregunta uno, que no sabe mucho del asunto, si no será una forma de dar a conocer al universo el amor que alguien profesa por otra persona. Y viceversa. O dejar constancia, quizás, de que en las cercanías y amparada en la cómplice oscuridad, en un momento de desesperado deseo, una pareja dio rienda suelta a sus ansias de desfogarse íntimamente. Los buenos escritores saben que sus textos vivirán después de que se mueran, estarán presentes en conversaciones, discusiones, ponencias, estudios, declaraciones, manuales,

AMOR A cuánto queda Córdoba

Imagen de archivo A veces lo más difícil de superar en las relaciones afectuosas es la diferencia de criterios a la hora de iniciar una conversación Esa noche me preguntó a qué distancia de Santiago quedaba Córdoba. No quise aburrirla explicándole que si iba en colectivo tardaría unas seis horas más o menos y en vez de responder directamente le hice una relación histórica así cuando viajara, tuviera cabal idea de lo que iría viendo en el camino. Estaba preciosa, un baby doll transparente dejaba ver debajo su cruda belleza montaraz, los bosques bravíos, los valles encantados, los altos y rosados cerros, pliegues y repliegues de un terreno maravilloso, que esa noche nos habíamos prometido coronar de amor. Pero cuando me preguntan algo, siempre quiero responder con palabras cabales, para sacar de la duda a quien hace la consulta. Entonces le conté que Francisco de Aguirre vuelve de Chile a Santiago en 1564, cuando la gobernación ya estaba separada de la de Chile, después de que su sobrino

Venus, Anquises y los celulares

A modo de ilustración Del fondo de un viejo archivo hoy se rescata esta nota cuyo autor firma a continuación, es del amigo Luis Gabriel, la ignorada pluma más valiosa de Santiago del Estero Por Luis Gabriel Barrionuevo, "Johnny" Trato de salir de mi asombro envidioso al mirar en la página de policiales a una joven mujer retratada, en sensual parada, casi ataviada de policía, una especie de estereotipo de lupanar caro. Se me disculpará -en especial la dama- este trato, pero así, con su camisa de calle gris, tanga negra, palo, revólver reglamentario y en ademanes de decir por ejemplo "pa que te quiero mi negro", la niña es, o era hasta la noticia, integrante de las filas de la policía santafesina. ¿Las fotos?, las tomo ella misma para despertar la lujuria de cierto joven que lejos de guardar para sí este secreto se lo contó primero a sus allegados, ellos a los superiores de la señorita en cuestión y ellos al periodismo. Bueno aquí continúa una insospechada visión de e

LEYENDA La hormiga y el elefante

La hormiga y el elefante Aquí se revela cómo comenzó el amor entre el paquidermo africano y la tierna hormiguita santiagueña y de qué manera se originaron los cuentos que circulan de boca en boca Un día llegó el circo al bosque santiagueño, tenía un mono equilibrista, varios feroces leones, tigres de bengala que pasaban por el aro de fuego, loros que recitaban poesías de Quevedo, un zorro que hacía trucos de magia y decenas de otros atractivos. Entre ellos, el número más famoso era el del elefante bailarín. Fue toda una novedad de la que se habló durante varios años en el pago. Sobre todo, por el elefante. La corzuela lo describió como un bicho con nariz larguísima, orejas como lata pizzera y tan grande como una casa o dos. Aunque usted no lo crea, fue entonces que nacieron varios cuentos que transitan los fogones anochecidos, en versiones que cambian de tiempo en tiempo, dan vueltas por los asados, entre los chunchulis y la guitarreada y vuelven en otro asado, levemente cambiados o t

PROPAGANDA Los nenes con las nenas

Novios, mujer y hombre Muchos santiagueños rebeldes educan a sus hijos para que sigan su impulso y les gusten las mujeres y lo mismo a sus niñas: pretenden que el día de mañana gusten de los hombres Pasan los años y, a pesar de la propaganda en contra, en Santiago sigue habiendo hombres a los que les gustan las mujeres y viceversa, mujeres que quieren ser amadas por hombres. No es un dato menor el hecho de que la sociedad santiagueña haya elegido vivir a contrapelo de la propaganda moderna y progresista, de tinte casi universal que sostiene que las relaciones entre gente de distinto sexo esconden en el fondo una pelea de poder, sometimiento y violencia. Es decir, los santiagueños en su gran mayoría creen en que el adecuado amor entre hombres y mujeres es fructífero, pacífico y —hay que decirlo— se da entre personas que, siendo desiguales, se ayuntan en una familia para engendrar otras vidas. Esta gente ha hecho de la rebeldía una forma de vida y como símbolo de una resistencia activa,

RASGOS Cómo era el mundo

No todo lo que parece es Una lista de los diez principales rasgos del mundo antiguo y su reemplazo por modernos conceptos: o por qué la naturaleza enfrenta el género 1 Cuentan los viejos que en los tiempos de antes existían brutales conceptos de la vida, como que, si se amaban un hombre y una mujer, debía ser para siempre. Usted se preguntará hasta cuándo duraba ese “para siempre” y, perdone que se lo diga así, de forma tan directa, pero era hasta que uno de los dos se moría. O ambos. Si se separaban, debían someterse a un engorroso trámite que, muchas veces, incluía demostrar que el otro había quebrado el pacto del “para siempre”. 2 Había solamente dos categorías para calificar a alguien, hombre o mujer. Se basaban en el viejo concepto del necesario complemento entre ellos para engendrar una nueva vida. Porque, hay que decirlo también, entre los fines buscados por la gente para unirse en la vieja institución del matrimonio, la principal era la propagación de la especie. 2 La activida

CUENTO El hombre pulcro

Rubia “Los últimos tiempos había ido cambiando el enfoque, al darse cuenta de que la pesca era cada vez más cómoda” Era un hombre pulcro, en el mismo sentido del diccionario, es decir cuidadoso, delicado, escrupuloso y, si hubiera vivido hasta hoy le habría encantado la palaba —pulcro, justamente— que hallé para describirlo. Su vida, según contó alguna vez, era un orden inmaculado, en su casa, en su trabajo, en la calle, cada cosa debía tener su lugar y cada lugar era para cada cosa, salvo por una sola excepción que mostraba su desamor por las mujeres cuando lo desilusionaban o por todas en general, como se verá al final. Un día, cuando la soltería lo apuraba, decidió que ya no buscaría un amor para toda la vida, se conformaría con los quereres líquidos que florecen en los modernos templos de las bebidas espirituosas y el olor a orina invadiendo el ambiente, las cervecerías. A pesar de estar algo entrado en años para esos trotes, llevaba muy bien su cincuentena, rigurosa gimnasia media

PREGUNTAS Que no vuelva la paz

Hugo Argañarás, "Primeras luces",  acrílico sobre lienzo “¿Qué se habrá hecho el coro de ranas nocheras cantando felices y contentas en la represa?” ¿Has probado el guiso de torcaza, amigo? ¿Sabes de qué se trata la felicidad? ¿Alguna vez anduviste cerca de los límites de esa sensación tibia y engañosa que te agarra siempre después del amor? ¿Qué nombre excelso tendrá la vida si después del guiso de torcaza te sirven mazamorra? ¿Y entonces dónde queda la mazamorra con leche? ¿Has dormido la siesta en catre de tiento y jerguillas, a la sombra del paraíso japonés, sin que te importe si el mundo sigue en vigencia o se ha venido abajo? ¿Te ha salido del alma la expresión “si esto es la guerra que la paz no vuelva nunca”? ¿Qué hay del mate de después de sestear?, ¿has notado que tenía un sabor distinto cuando estabas en la casa de ella?  ¿Has visto las cabras volviendo al chiquero por las tardes? ¿Sabes lo que es chupar algarroba? ¿Te has metido hasta lo más hondo del bosque a sab