"Era sensual y gatuna", dice Alberto La nota de una mujer en el teléfono, una cita y lo que sucedió luego es el motivo de este relato Cuenta Alberto que la otra tarde recibe un mensaje en el telefonito. “Tenemos que vernos”. “No sé quién sos”, responde. Era una novia de hacía tres mil quinientos años que le escribía desde un número desconocido. “Lógico”, piensa, “en aquel tiempo no había celulares todavía”. Dice que marcó el número y respondió la voz de ella. Le pregunta cómo andaba, qué era de su vida, cómo estaba su gente. Todo muy bien. “Me dijo que había algo que había quedado pendiente desde que nos vimos por última vez y necesitaba contármelo”, señala entrando en confianza, como si quisiera desahogarse, no sé. Quedan en verse en un barcito de la Belgrano en dos o tres días a tal hora. Dice que dudó mucho si debía ir. “No sabía si mandarle un mensaje avisándole que deje nomás, que otro día, que no valía la pena”. De última consideró la posibilidad de quedar con la intri
Cuaderno de notas de Santiago del Estero