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Mostrando las entradas etiquetadas como Azul

MACHOS Pensamientos sobre fútbol

La pelota sí está manchada Van para usted, reflexiones quizás desordenadas acerca de un deporte con personajes muy oscuros dando vueltas alrededor y sacando provecho A continuación, algunos pensamientos desgajados y algo críticos sobre eso que llaman “Mundo fútbol”, un orbe que da de comer a muchísima gente, supuestamente porque el deporte aleja a los jóvenes de los vicios, mejor que jueguen en el potrero antes de que se droguen en el boliche, la pelota no se mancha y todo ese cúmulo de palabras hueras que suelen rodearlo. 1 Azul y amarilla, con una banda roja cruzando el pecho, celeste y blanca a rayas verticales, toda colorada, roja y azul, aurinegros. Tienen mil colores mezclados, a rayas, a cuadros, con listas horizontales, lisos, estampados. El universo del amor y el odio del fútbol pasa por las telas, los colores, los diseños, cuello, manga, sisa de esta prenda que, técnicamente, es ropa interior, parte de los lienzos, si se va a decir todo. Los amantes del fútbol, podría decirse...

1974 CALENDARIO NACIONAL Azul

El intento de copamiento en un diario El 19 de enero de 1974 el Ejército Revolucionario del Pueblo ataca la guarnición militar de Azul, sin éxito y con víctimas, como siempre El 19 de enero de 1974 comenzó el ataque del Ejército Revolucionario del Pueblo a la guarnición militar de Azul, Buenos Aires. Fue llevado adelante por la compañía "Héroes de Trelew", contra el Regimiento de Caballería de Tanques 10 y el Grupo de Artillería Blindado 1 del Ejército Argentino, de la avenida General Güemes. El objetivo era apoderarse de armamento, pero fueron repelidos y debieron retirarse sin éxito. Los guerrilleros estaban comandados por Enrique Gorriarán Merlo y el santiagueño Hugo Irurzun. Los objetivos eran provocar una reacción de Juan Domingo Perón, demostrar capacidad revolucionaria ante los trabajadores y obtener armamento para operaciones rurales. Mataron al coronel Arturo Gay, jefe del Regimiento, y a su esposa Nilda Cazaux, también tomaron prisionero al teniente coronel Jorge Ro...

LITERATURA El sillón de febrero, el grillo, el alba y los ceibos

Luis Landriscina “Uno del montón que escribe más o menos lo que se espera de él, ni muy muy ni tan tan” (Al Nene Pons). “En el sillón de febrero se está hamacando el verano”, dice Luis Landriscina en su poema “Por tantearlo, nada más” y uno se queda pensando en esos dos octosílabos. Capaz que ya se han hecho graves estudios para averiguar qué tenía en la cabeza el vate y cuentista chaqueño cuando escribió esos versos. Digamos lo mismo de Atahualpa Yupanqui al cantar “un grillo feliz llenaba su canto de azul y enero”. Decir eso es embramar con cuatro vueltas de lazo una metáfora y ponerle palabras sencillas, que entienden todos. Y viene la santiagueña (no bandeña), María Adela Agudo y al poema “Para tu voz” lo comienza con “Entre el alba y los ceibos amo tu voz interminable; resalada, resinosa, de elemental aroma”. Y parece que sus palabras se deslizan por la garganta, cascadas de letras diciendo lo indecible en unas pocas letras. Casi siempre cuando me dicen escritor, tengo miedo de...

LEYENDA El ataja-camino

Velay el bicho También le dicen, yanarcaj, yañarcaj o yanarca Hace muchos años yo era un pájaro con un plumaje muy vistoso, amarillo, colorado, azul, verde, rosado, uno de los más bonitos del bosque. Todos me querían y me consideraban, porque además era el más simpático. Tenía un sólo defecto: era dormilón, me gustaba mucho dormir, pero mucho-muuucho. Una vez que estaba durmiendo, me vinieron a despertar porque había venido una persona muy importante a visitar el bosque. Un hombre, diz que era San Pedro, andaba conociendo Santiago. Los pájaros lo atendían con lo mejor que tenían. Las rubialas le cocinaban, los cardenales le hacían de guías, los churris le llevaban leñita para que tuviera fuego, las charatas le barrían la casa, las chuñas le tendían el catre y así todos. A mí me dieron la tarea de despertarlo al día siguiente, porque tenía que seguir viaje para el norte. —Después de hacerlo levantar a él, llamame a mí, así le hago el desayuno— me pidió una catita. Pero me dormí. Cuando ...