Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como José Alfredo Martínez de Hoz

JOE Algo de historia

Martínez de Hoz Muy apretada síntesis del daño que infligieron los liberales a la Argentina durante el gobierno del Proceso El 2 de abril de 1976, José Alfredo Martínez de Hoz, presentó su “Programa de recuperación, saneamiento y expansión de la economía argentina”, afirmando además que su política era la de las  Fuerzas Armadas. Mi padre, que había estado emocionado por la llegada de los militares al poder, al otro día de esa presentación me dijo: “Parecía que iban a hacer una revolución, pero es un golpe más”, y agregó con cara de asco: “Entregaron la economía a los liberales”. “Joe”, como le decían los amigos, planteó aquella vez que quería “lograr el saneamiento monetario y financiero indispensable como base para la modernización y expansión del aparato productivo del país, en todos sus sectores, lo que garantiza un crecimiento no inflacionario de la economía, acelerar la tasa de crecimiento económico y alcanzar una razonable distribución del ingreso, preservando el nivel de los s

EFEMÉRIDES SANTIAGUEÑAS Del 24 de marzo

Mientras estaba en el poder Por qué la emoción cuando llegaron los militares y hasta cuándo duró la ilusión Como muchos otros argentinos de a pie, mi padre, a quien siempre llamé tata, se emocionó hasta el llanto, la madrugada del 24 de marzo de 1976, mientras oía por la radio los comunicados que hacían leer los militares en todo el país. Escribo “muchos otros” y se me vienen a la memoria cientos o miles a quienes les pasó lo mismo. Con una diferencia, mi padre se desilusionó sólo unos días después, el 2 de abril de 1976, al anunciarse que el gobierno había nombrado ministro de Economía, a José Alfredo Martínez de Hoz. “La Argentina necesitaba una revolución y estos vienen a hacer un golpe”, se quejaba. Durante mucho tiempo no entendí por qué la gente cambiaba de idea y de camiseta tan fácilmente. Como Ernesto Sábato, que pasó de ser admirador de los militares y a manifestarlo públicamente y luego ser uno de quienes ayudó a sentarlos en el banquillo de los acusados, sin arrepentirse en