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Mostrando las entradas etiquetadas como Borrachos

PERIODISMO Los ricos mueren en olor de santidad

Soga Los influyentes reciben indulgencia, los anónimos quedan desnudos en páginas hambrientas de morbo y sensacionalismo cruel ¿A quién le importa que dos borrachos, un domingo cualquiera, en la vereda, se trencen a pelear cuchillo en mano y uno termine muerto? A la familia, a los conocidos, a un vecino. Y pare de contar. ¿Por qué debe enterarse usted? Porque le atrae el morbo: esa fascinación por lo desagradable, lo cruel, lo prohibido, lo que hiere la moral. El periodismo lo sabe y lo explota. ¿Está mal? Claro. Igual que mirar pornografía. No se ha estudiado aún cuánto influye en los demás el hecho de que se sepa, urbi et orbi, que un pobre infeliz mató a golpes a una mujer. ¿No será que la prensa, al exhibir cada detalle, da ideas a los malvados? ¿No será que la multiplicación de noticias sangrientas termina empujando a más de uno a matar, a mutilar, a repetir lo que leyó o vio en la pantalla? La cobertura de un suicidio lo demuestra: si el muerto es rico o poderoso, el asunto se tr...

PELEAS No vale saber kunfú

Pelea callejera, mano a mano Las peleas callejeras sumaron un condimento nuevo que se ocultará hasta el final, para que usted entre como caballo en la nota Siempre hubo, sigue habiendo y seguramente habrá peleas callejeras. Por hache o por be, porque están borrachos, por una mujer, por una deuda de juego, una mala maniobra en un auto, lo que sea. Ahí no vale que sepas karate, kunfú, te entrenes en el gimnasio del Cirujano Morales, seas un maestro en las artes marciales mixtas o hagas pesas todos los días de la semana. La pelea callejera es otra cosa, más feroz, más vale todo, desde el cabezazo famoso de los tucumanos hasta tirarle tierra al otro en el ojo, escupirlo, darle una patada en los compañones o chujcharlo, lo que sea. Como generalmente uno no va preparado para eso, es fácil enceguecerse, dejarse llevar por la furia y en el camino a pegarle a ese flaco enclenque, tropezarse, caer y que el flaco le encaje dos voleos bien pegados que lo dejen estropeado para el resto de la velada...