Playa, mujeres, cocoteros “En una de las mesas de la vereda de un bar que parece muy antiguo, hace señas al camarero de que quiere un vino blanco, bien helado” El hombre piensa en una playa de arenas blancas, repleta de hermosas mujeres y alguna que otra palmera que aquí y allá, hacen que la vista sea más agradable. Un suave sol, como el de este otoño en Santiago, quiere calentar el ambiente feliz, mientras allá a lo lejos la mar conversa con un solitario velero. Una chica envuelta en un pareo le trae una naranjada dentro de una piña, artísticamente colocado. Las chicas en pareo son las mozas del hotel en que se hospeda, todas morochas como a él le gustan, bellísimas bajo sus negras pestañas. Ahora camina por los alrededores del hotel, es un pueblito de pescadores que hablan un idioma que no entiende, salpican algunas palabras con algo de inglés y francés. Pareciera que el tiempo lleva otra manera de mover las cosas en esa isla del otro lado del mundo. El hombre tiene puestas sus alpar...
Cuaderno de notas de Santiago del Estero