Ir al contenido principal

CUENTO Drácula se manda a mudar

Imagen de ilustración, no vaya a creer

Una noche como tantas en un bar, con una mujer que llega del pasado y un tipo que intenta conquistar una rubia


“No me dejes, mis amigas se van a desocupar más tarde, no quiero estar sola aquí, a est hora no voy a conseguir más puntos”. Pensé que ese bar no era mal lugar para quedarse un rato más, y que a las mujeres no les gusta ser abandonadas por un hombre en medio de la noche, menos a la vista del resto del mundo, aunque a esa hora, sólo había tres mesas ocupadas para servir de testigos. Poco me importaba su orgullo de gacela herida. De todas maneras, me quedé.
Ella tomaba una de esas bebidas mezcladas que tanto les gustan a las mujeres. Hacía rato que mi ginebra se había acabado, por lo que, vaso en mano, jugaba con los hielos remanentes, buscando un poco de sabor a enebro del fondo del glaciar.
En otra mesa, una rubia coqueteaba con un tipo de anteojos. Pensaba “¿serán novios, él estará casado con otra, ella tendrá un marido aguaitándola en casa?”. Él conversaba serio, ella se reía de vez en cuando. Se notaba que le contaba esos chistes tontos, mil veces repetidos, que se hacen al principio de una relación, si la otra se ríe, la cosa funciona, si no, no, obvio. En este caso todo marchaba como debía ser, calculé.
“Lo nuestro fue una equivocación”, soltó mirando al vacío. “¿Ahá?” dije, No tenía nada para retrucarle. Además, era una conversación que quizás venía de cuando el mundo era joven: no tenía sentido discutir, enredarse en palabras, revolver el guiso de un pasado que no debía regresar. Entonces para qué.
El tipo tendría unos cuarenta, la rubia andaba por los treinta largos, quién sabe si eran casados o tendrían otros compromisos, de todas maneras, los dos sabían en qué se estaban metiendo. Era evidente que venían de otro lado, ella de largo, él de traje oscuro, me imaginé que se habían conocido en una fiesta en el Carlos V —casualmente había un casamiento, o algo, esa noche —y que después de conocerse y gustarse, habían salido para ver qué pasaba, qué onda.
No le di mucha conversación. Si se enojaba, a esa altura de la chacarera me daba lo mismo. “Nunca debí mirarte más de una vez, resultaste un fiasco y eso que tuvimos fue una desilusión tras otra”, sostuvo con rabia. La miré fijamente, pensé varias respuestas, me decidí por la más cómoda. “¿Ahá?”, de nuevo. Se me ocurrió decirle algo, pero lo pensé bien y al final me quedé callado.
La rubia se levantó para ir al baño y el tipo la observó caminar hacia el fondo a la izquierda. Tomó una servilleta, limpió los anteojos para verla irse. Tuve una clave: “Todavía no ha pasado nada, si no él no la miraría con interés, admirando su figura, tratando de desentrañar sus oscuros secretos o si esa noche los develaría”. Desde el fondo del corazón, quise que fracasara, tal vez de puro envidioso, no sé.
Atacó por otro lado: “Después he conocido a tipos más interesantes, por supuesto”. Y agregó mordiendo con furia cada letra de las palabras: “Has sido el peor amante de toda mi vida”. Me sonreí, miré el fondo triste del vaso, desde hacía rato que no tenía ginebra ni hielo ni aroma a alcohol. La miré un instante. Le avisé que en un rato se haría de día. “¡Y qué!”, me toreó. “Drácula tiene que mandarse a mudar”, informé. Me levanté, la miré, le hice una leve reverencia y me fui. Oí que decía algo terminado en “uta”, pero era tarde para que me diera vuelta. No valía la pena
¿Qué pasó con la rubia y el tipo? Yo también me lo pregunté cuando iba a casa. Quise pensar que terminaron en un cuarto del Carlos V, despojados de chistes y conversaciones vanas. Fueron a los bifes, como se dice. Sólo para que ella descubriera después, que había sido mujer de una sola noche, porque él tenía familia o él se diera cuenta de que no estaba tan buena como parecía. Si la envidia fuera tiña, me dije, y me sentí tiñoso.
Con las manos en los bolsillos me encaminé a casa, solitario. Una luna triste no terminaba de mandarse a mudar mientras el sol germinaba el domingo.
Juan Manuel Aragón
A 14 de mayo del 2024, en Caspi Corral. Arreando la majada.
©Ramírez de Velasco

Comentarios

Entradas populares (últimos siete días)

1996 CALENDARIO NACIONAL Curutchet

Ricardo Curutchet El 3 de julio de 1996 murió Ricardo Curutchet, abogado, periodista, militante católico y director de publicaciones nacionalistas El 3 de julio de 1996 murió Ricardo Federico Curutchet Oromí. Fue abogado, periodista, militante católico y director de publicaciones nacionalistas. Había nacido el 6 de marzo de 1917 en Buenos Aires. Fue hijo de una familia vinculada a la historia argentina, siendo tataranieto por vía materna de Cornelio Saavedra, figura clave en la Revolución de Mayo. Creció en un aumbiente que le permitió acceso a una educación sólida y a influencias culturales e históricas. Estudió en el Colegio del Salvador, en el que, desde joven mostró interés por el nacionalismo argentino. En 1933, apadrinado por Juan E. Carulla, fundó y dirigió la Acción Nacionalista de Estudiantes Secundarios, una agrupación que marcó su ingreso formal a la militancia nacionalista. Posteriormente, se formó como abogado en la Universidad de Buenos Aires, integrándose durante esos añ...

MEMORIA La Banda no existe

La estación, imaginada por Jorge Llugdar Esa pretendida ciudad es solamente una creación colectiva de la imaginación de los santiagueños, sostenida en el tiempo y siempre activa La Banda no existe, es una creación imaginaria colectiva de los santiagueños que, en un esfuerzo inaudito de un espejismo colectivo, idearon un pueblo paralelo, con calles de nombres parecidos, casas, gente y hasta un ferrocarril propio. Algunas veces alguien que trabaja en un quiosco en Santiago, un médico, un gobernador, el empleado de un laboratorio de análisis, se proclama bandeño. Pero es sólo un chiste sobreentendido, eso lo saben todos. A muchos santiagueños les sucede que al cruzar el puente Carretero con un pariente o alguien de otra provincia, les dice: “Oye, ¿no era que había una ciudad aquí?”. Y hay que explicar de nuevo el asunto del establecimiento colectivo de una ciudad al otro lado del río, con una historia particular, leyendas, personalidades y hasta personajes populares. Algunos sostienen que...

SUBVENCIONADA Activista simula masturbarse en un templo (con vídeo)

Simulando actos indebidos trepada al altar Ane Miren Hernández Unda burla la fe católica, simula actos obscenos en el altar y desata indignación con su provocación Este fin de semana, la activista vasca Ane Miren Hernández Unda, conocida como Ane Lindane, desató una fuerte controversia al protagonizar un acto de profanación en la iglesia católica de Saint-Laurent d’Arbérats, en la región de Soule, Francia. El incidente ocurrió durante el festival Euskal Herria Zuzenean, respaldado por instituciones locales que utilizó el templo, no desacralizado, como escenario para actividades que han generado indignación entre la comunidad cristiana. Hernández Unda, nacida en Barakaldo en 1988, es una figura habitual en medios como la radiotelevisión pública vasca ETB y en Canal Red, el proyecto mediático liderado por el dirigente político Pablo Iglesias. En un vídeo que la mujer difundió en intenert, se la observa subiendo al altar de la iglesia, profiriendo gritos blasfemos y simulando actos obscen...

MADRUGADA Rito en la penumbra

Madrugador Un mate que susurra en la noche, tejiendo soledades y verdades en el silencio de las horas que no duermen No es el mate de las ocho, compañero de tostadas crujientes, ni el que pasa de mano en mano entre risas y migas de bizcochitos. El de la madrugada es de otra estirpe, susurro en la quietud, secreto que no se comparte. No obedece al reloj ni a la costumbre; surge como un destello, es un faro para el que navega en la noche. Cuando la casa duerme y la ciudad apenas respira, alguien se levanta, enciende el fuego y escucha el murmullo de la pava, un canto antiguo que conoce de memoria. Este mate no se apura. No se ofrece, no espera compañía. Medita, que abraza al insomne, al que lee hasta que las palabras le queman los ojos, al que hurga en fotos viejas o garabatea ideas que se resisten a ser atrapadas. Lo ceba quien llora en silencio, quien ríe en su interior o quien simplemente mira la noche, buscando algo que no nombra. Es una ceremonia sin reglas escritas, pero con su pro...

PALABRAS El parentesco de Santiago con los hebreos

Paisaje santiagueño, visto por Jorge Llugdar Etimología desarrollada de “judío” y de “Santiago”, dos vocablos que vienen juntos casi desde el principio de los tiempos Ahora que se está hablando de Santiago, porque viene otro cumpleaños de la ciudad, sería bueno ver la etimología de Y'hudah, que significa “celebrado” o “festejado” en hebreo y tiene una rica trayectoria histórica, lingüística y cultural que conecta al pueblo judío con la tradición bíblica y llega hasta la identidad de Santiago del Estero, a través de la relación entre los nombres Jacob y Santiago. En el libro del Génesis, Y'hudah, el cuarto hijo de Jacob y Lea, recibe su nombre de la raíz hebrea yadah, que implica “alabar” o “dar gracias”. Según el Génesis (29:35), Lea exclamó: “Esta vez alabaré al Señor”, otorgando al niño un nombre que refleja gratitud y celebración. De este origen personal, Y'hudah se transformó en el nombre de una de las doce tribus de Israel, cuyos descendientes desempeñaron un papel cen...