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Mostrando las entradas etiquetadas como Mesa

CUENTO El tiempo eran nomás los días que pasaban

Tango “Como al pasar, algunas noches de cruel insomnio a dúo, mostraba fotografías en las que resplandecía como una beldad magnífica en medio de otras chicas…” Le digo, amigo, se acordaba de aquella época en la punta de la lengua, le brillaban los ojos cuando rememoraba su cumpleaños de quince, el vestido, los muchachos en la puerta a los que hizo pasar una vez que terminó la cena con la promesa de que harían bailar a todas las chicas. Tenía presentes también los bailes en el Olímpico y aquellas brutas caminatas rumbo a la casa, a la madrugada por la Belgrano, llegando al barrio San Martín, en La Banda, esperando el colectivo que a esa hora ya no pasaba. Y su madre que los acompañaba y quedaba en una mesa en la orilla, tomando una naranjada toda la noce, y aquel muchacho que bailaba como un príncipe (y tal vez lo fuera, aclaraba), y una noche de Año Nuevo la llevó al centro de la pista y entre los dos le sacaron chispas a la pista. ¿Te acordás las mujeres aquellas, minas fieles, de gra...

PROBLEMA Qué hacer si lo invitan la Mirtha o la Juanita

Juanita y Mirtha Algunos consejos por si lo llamaran a cenar o almorzar a la mesa más famosa de la televisión argentina Si alguna vez, por esas cosas de la vida, le toca estar de invitado en lo de la Mirtha Legrand o su nieta Juanita, debiera tener en cuenta, como primera medida, que no estará acudiendo a las mesas más finas y distinguidas de la Argentina, sino a la de dos actrices, esas que los abuelos llamaban bataclanas. Una un poquito más bataclana que la otra, pero más vieja también. La nieta es de esas mujeres que se ríen con la panza, sacando las carcajadas del fondo de la garganta. De una manera que no lo haría su madre, señor lector, ni una mujer que se llame decente, no sé si capta. Las cenas de la abuela son un monólogo teatral, en la que, en algunas esporádicas ocasiones, los invitados se atreven a interrumpir para decir un bocadillo. Los almuerzos de la nieta suelen ser más “descontracturado”, como dicen. Ahí conversan con lenguaje de gente moderna, veganos, resiliencia, f...

CUENTO Lo que sucedió cuando Gordita bajó de peso

Imagen de archivo “Endemientras, ella seguía despachando equipos, les ponía un sello y los anotaba en un cuaderno que iría a parar a manos de los de Estadísticas…” Bajó de peso Gordita, de las cien dietas por mes, con un método de mucha gimnasia y poca merienda y nada de cena. Dijo que era con vistas al futuro. Y no fue más Gordita sino la señorita Lidia. Uno de Expedición la avanzó, pero lo rechazó. Las de Mesa de Entradas repetían bien hecho, bien hecho, bien hecho, hace más de dos años que trabaja aquí y ahora, por un rollo menos ya la miran con ganas. Esos degenerados. A Gordita no le importaba lo que decían los de Expedición, los de Seguros de Embarque ni las chicas de Administración General, esas arpías que se rieron la vez que el Gerente la alabó por puntual, buena y trabajadora. Por ese tiempo había empezado a noviar con un muchacho que la pasaba a buscar a la salida. Nada del otro mundo. Supimos que trabajaba en Casa Rosa y que le faltaba un año para recibirse de Contador en l...

HISTORIA El horóscopo no miente

Géminis A no ser por el pronóstico de Géminis que publicaron en el diario, ese podría haber sido un día como todos los demás El tipo se levanta de la cama a la mañana, con ganas, el canillita le ha tirado el diario por debajo de la puerta. Lee el horóscopo de Géminis mientras desayuna. “Hoy se podrían resolver sus dramas económicos”. Sale a la calle, toma el ómnibus, va al trabajo. Llega a la oficina. Siempre tempranea. Acomoda los papeles. Enciende la computadora. Tiene dos correos y los borra sin responderlos. Llega el jefe. Reunión, como todas las mañanas. Le dan la tarea del día. Siempre lo mismo. No importa. A eso de las 10 Aguirre, el de contaduría, le cuenta el chisme de la rubia linda de Mesa de Entradas. Parece que anda o está de novia o tiene algo con Agúndez. ¿Con Agúndez?, mirá vos, qué cosa, ¿no? Después se levanta, va al baño. Se refresca un poco la cara. En la oficina siempre hace calor. Habla al bar de al lado, pide un café y un vaso grande de soda. Antes del mediodía, ...

SEXO Fornicá como quieras, y no jodas al prójimo

Termo Lumilagro “Nadie te impone que, si sos mujer consigas un novio hombre y viceversa, si te da bola, metele para adelante” Va de nuevo, por las dudas. A nadie le importa cómo te gusta fornicar, con quién lo haces o qué es lo mejor para vos cuando estás en la cama con otra persona… o con lo que sea. Es tu gusto, es tu drama, es tu felicidad, es tu goce, es tu vida. En serio, es poco importante si sos varón y lo haces con tu vecino o sos mujer y te encanta hacerlo con tu vecina. Nadie quiere saber si les gusta más la cama, el sofá del living, la mesa de la cocina, la bañera, el patio, el gallinero, la galería. Por definición es un “acto íntimo”, casi tanto como limpiarse después de cagar: algunos prefieren el papel rugoso, otros quieren que sea suave, los hay que piden de doble hoja y están los amantes del bidé que, a su vez, puede ser con agua fría o tibia. Es irrelevante, porque, ¿de nuevo hay que decirlo?, a nadie le interesa. Es tu elección o, como decían las viejas de antes: “Hac...

FRESQUETE Nada como el guiso de lentejas

El plato y las lentejas Un alimento que es manjar de los pobres, se luce en las mesas del país y del mundo con la sencillez de lo maravilloso Nada como un buen guisito de lentejas para estos tiempos de focas, pingüinos, iglúes y narvales, osos polares y un cielo de gélidos petreles dando vueltas por Santiago. Mediodía en casa, la patrona y los chicos, almuerzo en la cocina, pan fresco, vino tinto de diario, de cajita nomás, mantel tendido, los hijos comentando sus asuntos y el guiso lentejas, arroz blanco, carne molida y choricito colorado entonando el alma presidiendo la mesa. ¡Ah!, quién ha dicho que la felicidad viene en envases exóticos. Ignoro por completo cómo se prepara el menjunje, presente en este tiempo en muchas casas argentinas y del mundo, supongo, porque es inimaginable que se pierdan semejante plato. No sé cómo se hace para que tenga esa textura cremosa ni cómo se le da ese sabor que provoca que la boca se haga agua solamente con el recuerdo del recuerdo. El guiso de len...

CUENTO Mishi mojado

Imagen de ilustración Esa noche no supo que estaba tratando con un tipo que era un cuatro de copas cualquiera Conformate. Es lo que hay. Parecía un mishi mojado. Sus ojos brillaban bajo el aura amarillenta de las luces de la Belgrano. Me pidió fuego. Le dije que fumar era de lo único que me arrepentía en la vida. Había dejado el vicio hacía mucho. Si viviera de nuevo haría todo de la misma manera. De principio a fin. Me mandaría las macanas de la juventud. Todas. Una por una. Menos fumar. Ella dijo “qué discursito”. En su voz había algo que me punzó el corazón. Me picoteó el alma. Ella andaba por la mitad de la tabla. Entre los treinta y los cuarenta. Morocha linda. Yo pasaba los cincuenta. Largos. Un amigo dice que hay una ínfima cantidad de chicas a las que les gustan los hombres mayores. Mucho mayores. Decrépitos. O casi. El asunto es hallarlas. Saber cómo detectarlas. Con dos o tres preguntas te das cuenta. O te miran como tío viejo o te toman como amigo sin complicaciones. El asun...

PALABRAS Nunca decir “buen provecho”

Al vino vino y a la copa por el cuerpo Se brindan algunas normas de corrección en la mesa, a fin de pasar veladas agradables en la casa o como invitado Averiguan los lectores sobre el protocolo a la hora de comer en la casa de uno. Aquí van algunas breves y leves instrucciones, para no perderse en un mar de consejos. Se habla aquí de comidas simples, sencillas, de todos los días, no como para recibir al embajador del imperio austrohúngaro sino solamente con usted, su señora y sus hijos compartiendo el almuerzo. A la hora de agradecer a Dios los dones recibidos, no haga una gran pantomima ni anuncie que están por rezar, ore de manera sencilla, con una fórmula corta, persígnese y a otra cosa. Para que le salga natural, por favor practíquelo todos los días y no solamente en las fiestas de guardar o cuando hay invitados. Luego han de evitarse las conversaciones sobre tópicos que, de alguna manera, podrían molestar a uno o varios comensales. Se suele mencionar la política y el fútbol, entre...

ORDEN Grandes, chicos y principios

Las gallinas por dormir, imagen tomada por Jorge Emir Llugdar Después de comer, los chicos íbamos a jugar, a bañarnos en la represa, hondear bumbunas, jugar a las escondidas, pero lejos de la casa Cuando llegábamos de visita a una casa, si era cerca del mediodía, siempre nos hacían quedar a comer. En el pago, todavía hoy queda mal que usted esté de visita cerca del mediodía, le pidan pasar a la mesa y diga que no. Cuando íbamos con mi padre a lo de unos parientes, una vez al año, siempre nos convidaban. Cualquier parte era lejos para ir, si usted decía que no, en realidad estaba indicando que prefería volver con hambre antes que almorzar ahí, todo un desprecio. No le voy a decir si está bien o está mal, pero en esas ocasiones comíamos sólo los varones en una mesa, desde chicos de primer grado hasta el viejo la casa. Las mujeres almorzaban allá, en otra parte. El primer plato era una carne asada, generalmente cabrito o costillas de animal vacuno, después venía la sopa bien puchereada, e...