Mujer imaginada “Por ahí, donde cuenta el amigo, en la Libertad, dicen que había una casa maravillosa en la que paraban mujeres que trabajaban de noche” Recuerda que una vez sacaron a esa chica de una pensión de la Libertad, para ir a una fiesta que tenían con otros estudiantes, envuelta en una alfombra, como en las novelas. Tal vez era la fiesta del estudiante, pero la ha contado tantas veces que por ahí ya se confunde. Ella hacía la calle cuenta, usando un eufemismo de los conocedores, como si hubiera sido hombre del hampa, de los bajos fondos, y no, no era. Esa noche, que no trabajaba porque se había hecho la enferma, el que se decía su novio, pero en realidad era su cafisho, andaba cerca, controlando a las otras novias. ¿Hacía la calle en el barrio?, le pregunto. Y me responde que sí, por ahí de la Libertad y Entre Ríos. Algo me acuerdo de lo que era Santiago en ese tiempo. Casas bajas, muchos balcones, un colorcito caqui en las paredes y una chica baldeando la vereda a la madrugad
Cuaderno de notas de Santiago del Estero