Cómo llegar hasta allá “Algunos chicos cuando viajaban en ómnibus a Tucumán nomás, los padres les compraban el Patoruzito” El mundo me cae sobre la cabeza de una manera furibunda con mazazos de una nueva realidad que no deja de asustarme, cada vez que me asomo del cascarón en que vivo. Hay asuntos de las modernidades que no entiendo, eso que uso teléfono móvil, escribo en una computadora y mi ropa se limpia en un lavarropas con botoncitos y ruiditos galácticos. La vida me va alcanzando. Leo los diarios por internet, uno de ellos dice: “Argentinos en Qatar: cómo aprovechar mejor las millas del extenso vuelo a Doha”. Me digo, voy a probar mis conocimientos antes de entrarle a la noticia. Lo primero que salta a la vista es que un diario argentino habla de millas y no de kilómetros. Debe ser una nueva moda, pienso. Después voy a San Google y le pregunto cuánto mide una milla. Respuesta: Un kilómetro más seiscientos metros y la charrasca (1.60934). Me agarra miedo entrarle a la nota, mir
Cuaderno de notas de Santiago del Estero