Ilustración nomás Una señora mayor visita a su hijo, gobernante de los soviéticos y lo que le muestra la deja deslumbrada y algo confusa A Rafa Vaca, in memoriam Lo que se va a contar aquí sucedió en la Unión Soviética, durante el gobierno de Iósif Vissariónovich Dzhugashvili, a quien llamaban José “Hombre de Acero” o, dicho en ruso, José Stalin. La narración marca un aspecto muy conocido de los comunistas en general: su afección a la buena vida, los placeres onerosos y mundanos, el boato. Este relato que, si non e vero e ben trovato, ilustrará a los lectores sobre esa manía frívola de los socialistas de acumular dinero, mejor que cualquier informe sobre el lujo de los feroces gobernantes americanos actuales, que se aprovechan de la franquicia marxista para recalar en opulencias fastuosas. Pero, vamos a la historia, que el tiempo apremia. Después de que la historia cruzó los Urales, se esparció por toda Europa y el mundo entero se carcajeó con ella. Dicen que en 1935 la madre visitó a ...
Cuaderno de notas de Santiago del Estero