Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como Cadena

AVIONCITO Santiago profundo

Sapo Pequeños detalles de la historia política de la provincia, podrían ayudar al descubrimiento del gran sapo negro que duerme en lo más hondo de sus pueblos Cuando se habla del “Santiago profundo” como si fuera un misterio insondable y con una filosofía más elevada que la del resto de la gente, quienes han andado un poquito nomás por los caminos de la provincia, se ríen. Saben que lejanía no es misterio y que en las honduras de los 27 departamentos duerme un gran sapo negro y viscoso que, sólo para mostrarse, sale a la superficie con disfraces de todos los colores. Y vuelve a seguir roncando. Los lectores santiagueños, si son viejos, recordarán la legendaria pelea que, durante cuatro largos años, se desarrolló en Santiago entre Carlos Arturo Juárez, el último gran caudillo comarcano y César Eusebio Iturre, que pretendía destronarlo entregando reparticiones públicas como coto de caza para que se sirvieran los hasta ayer enemigos, comprados con una bicoca, para mejor, ajena. Sirva este

DIÁLOGO Folklorista se busca

Carlos Di Fulvio “Te contrato solamente por dos horas por semana para que toques folklore y creo que te vamos a pagar muy bien, así que dejate de embromar y oíme” —Necesito uno para que toque la guitarra y cante en mi restaurante, todas las noches, pongamos desde las 10 hasta las 11 y media o medianoche. Es sólo los sábados y pagan 100 mil pesos por actuación. Si hay propinas son tuyas, obviamente. —¿Todos los sábados o un sábado al mes? —Todos los sábados. Una cadena de hoteles me va a mandar turistas todos los sábados, y te necesito para que toques folklore, porque ellos creen que las empanadas sólo se comen oyendo zambas, chacareras, chamamé. —Ahí está el drama, amigo, yo toco solamente rock nacional, jazz, blues, hasta ahí nomás llego. —No hay problema, en Santiago hay uno que toca folklore en cada cuadra… —…esperá, ¿cuánto has dicho que pagas? —Yo no pago nada, ¿ves?, no sabes conversar. Ahora oíme bien: una cadena de hoteles paga a un músico o banda musical, 100 mil pesos por ac