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Mostrando las entradas etiquetadas como Chiquero

PUEBLO El horcón originario

El pueblo, hace varios años El nacimiento de algunos lugares se parece, en provincias como Santiago, en que el mundo fue rural hasta hace relativamente poco Dicen que fue el tatarabuelo del tatarabuelo o quizás el bisabuelo, el que plantó el primer horcón en lo que era solamente un abra en el bosque. Después levantó una casa y la cocina para hacer tomar matecocido las mañanas heladas de los algarrobales pelados, hizo un galpón para el sulky y la zorra, trazó el corral con dos palenques, la represa honda, un cerco de ramas, un chiquero para las cabras, dos arcos de quebracho para jugar a la pelota. Al final abrió una senda que llevaba al camino grande, con un cartel que indicaba “Parada los Díaz”, porque ahí era. Los hijos se casaron con chicas de los alrededores y levantaron sus casas a imagen y semejanza del padre. Más tarde cavaron otra represa, hicieron más corrales, más cercos y pidieron nueva marca y señal para no confundir la hacienda entre los hermanos. Lo mismo los hijos de los

PAGO Cuando vuelven los porteños

Las riñas entre los gauchos La vez que uno de ellos pegó un grito en una riña en la casa del Fiero Alfonso, siempre es recordada por los paisanos Les decíamos porteños, pero eran nacidos al lado del chiquero de las cabras y criados a mate cocido y tortilla, igual que nosotros. Se habían ido a Buenos Aires a trabajar y al cabo de un tiempito nomás, regresaban aporteñados, hablando de “acá”, decían “sha voy”, “vos qué te creés”. Aprovechábamos para exagerar: “Afuera shueve que te shueve, adentro que ni gotia, vistes”, “sho no iré, porque sho sha juí”. Nos burlábamos de esa chica que volvió después de un año y preguntó: “Má, ¿qué es esa frutita que chilla?”. “¿Cuál hija?”. “Esa que está ashá”. “Eh, chica, eso es un coyuyo”. “¿Me cortás uno?”. Volvían con sus enormes grabadores al hombro, pantalón colorado, camisa azul brillante, zapatillas que nunca se habían visto en el pago y anteojos oscuros, porque ahora, ¡mirá vos!, el sol les molestaba en los ojos. Algunas chicas estaban más lindas