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Mostrando las entradas etiquetadas como Folkloristas

BOLICHE Soledad

Pintura gauchesca de Molina Campos “Luna Cautiva” cantaba esa mujer en un aparato de radio y pensó que había sido una injusticia que el Chango Rodríguez tuviera que ir a la cárcel por eso En un aparato de radio del mugroso boliche comenzó a sonar “Luna cautiva”, cantada por una tal Soledad. Pensó que era injusto que el Chango Rodríguez hubiera tenido que ir a la cárcel sólo para que cincuenta años después la entonaran revoleando un poncho, como cualquier cosa. Lo mismo que esos otros que había sentido por la radio “Los Nocheros”. Quizás  había sido una suerte para los grandes folkloristas de Salta haberse muerto a tiempo para no oírlos cantar con voz de bolero sus inmortales creaciones. Iba a pedir que apagaran la radio, pero temió molestar al resto de los parroquianos, acostumbrados a eso que el mundo moderno llama “música de fondo”, como si creyeran que viven en una película y son los cowboys. “No es que cante mal la chica esa, no, quién soy para dictaminarlo”, pensó. La cuestión es

LEYENDA Si Santiago se inunda tomemos café en el Barquito

Ahora es Bonafide En uno de los cafés más tradicionales de la ciudad siempre hay un amigo esperando para contarle algo A Montero, mozo que sabía ser El Barquito sigue siendo el bar más emblemático de la capital de los santiagueños y, aunque actualmente sea Bonafide, muchos lo nombran con su antiguo apelativo. Además de su distinguida clientela, es la segunda casa de jubilados y desocupados que se instalan a eso de las 11 de la mañana y se van recién pasado el mediodía. Heredó la antigua fauna que habitaba La Ideal, debajo del Grand Hotel, cuando se convirtió en Carlos V, llamado así en honor al cinco veces gobernador de Santiago Carlos Arturo Juárez (de pie para nombrarlo o se enojan las Quijotes con faldas). Sus habitués se mudaron al Barquito, espantados con esos aires aristocráticos que le dieron al otrora popular café. Y volvieron a sentirse en casa viendo desfilar chicas por la vereda, oyendo el rumor de las palomas que bajan a desayunar, sabiendo que en cualquier momento pasará u

LEYENDA “Yo lo llevé a Peteco a la Salamanca”

El cantor popular de Santiago Extracto de una entrevista a la señora a quien le encargaron llevar al músico hasta la famosa cueva Este es el resumen de una entrevista realizada a Jorgelina Anríquez de Toledo, de la calle general Paz, barrio La Católica, en el 2010. Nunca había sido publicada y hoy ve la luz, en exclusividad para los lectores de Ramírez de Velasco. En el 89, el gobernador César Eusebio Iturre me designó portera de la Salamanca, categoría 12, adscripta a la Dirección de Cultura de la Provincia. Laburo tranquilo, como toda la administración pública, báh. Por ahí caían a preguntar los requisitos para entrar. Para que no fueran tan molestitos, los teníamos impresos, pero no le voy a decir qué pedían porque no me acuerdo, hace tantos años ya. Eso sí, debían ser músicos y tocar al menos un instrumento, porque tampoco era cuestión de entregarle el certificado a cualquiera, ¿no? Laburo sencillo, de siete de la mañana a una de la tarde. A veces me mandaban con expedientes a la C