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Mostrando las entradas etiquetadas como Diccionarios

TIEMPOS La tía Chicha era Amira Concepción

Una pareja (archivo) Un breve —y leve— repaso sobre la manera de encarar las relaciones en un mundo que parece de hace dos siglos y fue solamente anteayer —¿Te acuerdas cómo se llamaba la tía Chicha? —No, pero ya mismo le pregunto a Pablito, el hijo. —¿El que vive en Noruega? —Ahá. —¿Ha vuelto? —No, le consulto por WhastApp. Menos de dos minutos después la duda está saldada. Se llamaba Amira Concepción, pongalé. Con los teléfonos el mundo vive al instante, no hay un minuto que perder. A qué buscar una palabra, una definición, una fecha, un dato en el diccionario, en la enciclopedia, en un libro. El aparatito tiene toda la información adentro, sin necesidad de ir a la biblioteca. Un amigo dice que antes, cuando se armaban las discusiones de borrachos en los asados, ante una duda, por dar un caso, afirmaba categóricamente: —Los cosacos no son originarios de Rusia. Si alguno decía que no era cierto, lo desafiaba: —¡Ya mismo voy a casa y te traigo un libro donde dice eso!, pero apostemos a

ANIMALES La biblioteca y la televisión

El zorro y sus libros A continuación, una explicación sobre las posibles causas que llevaron a la destrucción del bosque Eran cosa seria las bibliotecas del pago, cuando estaba repleto de animales. Mi mamá sabía decir: “Si quieres conocer cómo es una familia, pedí permiso, vete al baño y observalo, pero si quieres saber cómo piensa, mirá su biblioteca”. En la casa de los leones había libros que explicaban cómo cazar corzuelas, terneros, potrillos, cabras. En la casa de las corzuelas no faltaba el ejemplar del famoso texto “Yo escapé del león y le cuento cómo hice”. Tampoco faltaban la Historia Argentina de José María Rosa, diccionarios, una o dos enciclopedias, novelas, revistas y hasta colecciones de Selecciones del Reader Digest, según los particulares gustos de los dueños de casa. A cualquiera le bastaba un golpe de vista para darse cuenta de los pensamientos literarios, políticos, sociales, económicos del padre de familia. Nunca necesité ir al baño. Eso que mi madre decía que no e

INTERNET ¡Y dale con la Inteligencia Artificial!

Garry Kasparov contra la computadora Una herramienta de trabajo, al parecer como tantas otras, ha suscitado ideas contrapuestas que, si los lectores de este blog quieren, puede dar origen a interesantes debates Cuando andaba en quinto año de la escuela secundaria, fueron de visita al curso unos ingenieros en computación y explicaron de qué se trataba su trabajo. Era el año 76 y, para dar un ejemplo de lo maravilloso de aquello que se venía, contaron que las computadoras de aquel tiempo ganaban siempre en un juego que era un poco más complicado que el tatetí. Alguien preguntó si era posible que jugaran al ajedrez. Dijeron que no. La primera movida que pueden hacer las piezas blancas tiene 20 posibilidades. Es decir, los ocho peones pueden moverse a dos posiciones cada uno y ambos caballos tienen dos movidas también cada uno. Mientras avanza el juego las posibilidades se van multiplicando. Pero aún así todavía hay que programarla para que den jaque mate, un concepto que para la gente com

ESCRIBIR Un trabajo como cualquier otro

El buen samaritano Toda mi vida anduve gambeteando las presentaciones de libros, las reuniones de escritores, los congresos, los simposios Esto es un laburo como cualquier otro, requiere método, rutina, ideas, diccionarios y fuerza de voluntad. Como en los diarios, escribo el día anterior, pero en vez de dejar la nota puesta en la página que aparecerá mañana, la programo para que aparezca en el blog todos los días a las 6 en punto de la madrugada. Como el canillita, me levanto a esa hora la envío a una docena de amigos por el teléfono móvil. Que, si son inteligentes habrán enmudecido mi número y la leerán quizás en el resto del día o nunca. Igual que un diario. Como los que leen esto, me paso el día lidiando con mis ideas. Usted piensa quizás cómo ajustar un tornillo, dar una clase, hacer un trámite en el banco, resuelve mentalmente su drama y sigue adelante. Yo me acuerdo y cuando vuelvo a casa veo si de ahí sale una nota. Algunos amigos sostienen que debiera hacer un libro con esto