Policías de otro país Narración sin moraleja Un señor va caminando por la calle. De repente pisa una baldosa floja. Exclama: —¡La puta que lo parió, qué país de mierda! Con tanta mala suerte que lo oye un agente de policía de los de antes, que andaba cerca. Le pregunta: —¿Cómo ha dicho señor? —Que este es un país de mierda, en cualquier parte uno se llena los zapatos de agua sucia o se mancha la media. —¡Vamos, preso, dese vuelta así le pongo las esposas! —¿Por qué?, ¿qué he hecho? —Usted acaba de tener una expresión injuriosa en contra de la nacionalidad argentina. ¡Vamos!, ¡marche preso! Al rato llegan a la comisaría. El agente lo presenta ante el comisario: —Traigo preso a este ciudadano. Andaba en la calle Tal y, porque ha pisado una baldosa floja, ha injuriado con palabras soeces la nacionalidad argentina. El comisario interroga al preso. —Así que usted es uno de esos picaritos que andan insultando a los argentinos por cosas tan insignificantes como una baldosa floja. El otro se q
Cuaderno de notas de Santiago del Estero