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Mostrando las entradas etiquetadas como Mitad

PRONÓSTICO Posibilidades de que llueva

Pronósticos con escritura para tontos Si todas las tormentas que se anuncian para Santiago llegaran de verdad, viviríamos inundados, pero eso no sucede Los pronosticadores del tiempo debieran decir todos los días, mañana quizás llueva o quizás no llueva. Siempre es mitad y mitad o cincuenta y cincuenta. Eso de que hay un 30, un 40 o un 70 por ciento de posibilidades de lluvia, son macanas. Si las grandes tormentas que se anuncian para Santiago se cumplieran, viviríamos inundados, año redondo con el agua hasta el cogote. El tiempo es una moneda, sale cara o cruz. O llueve o no llueve. Para peor, siempre de noche, como si a las nubes les gustara jugar a las escondidas con los metereólogos. La temperatura máxima que anuncian nunca ocurre, siempre hace más calor que el anunciado. Pero nunca dicen: “Nos equivocamos, dijimos que harían 38 grados y nuestro propio termómetro marcaba 45 grados”. Quizás no lo hacen porque ellos están para comunicar el tiempo futuro, no para revisar sus yerros de

DIÁLOGOS PLATÓNICOS Los malos empleados

Un buen obrero es el bien pagado En este cuento se plantea una situación que quizás sea la misma en otros rubros de la vida laboral Esa mañana de sábado, justo en el momento que Cacho Gómez llega al Barquito hay una bonita conversación, de esas que le gustan. Arrima una silla a la mesa en el momento que Albertito dice: —No puedo conseguir un buen empleado para el negocio de venta de ropa que tengo en la galería Miguelito. Uno le pregunta: —¿Has buscado bien?, mirá que hay mucha gente sin trabajo en este momento. —¡Se presenta cada uno! La vez pasada vino uno que el segundo día me pidió un adelanto, decía que la madre estaba enferma. Le di unos pesos, apareció a los dos días y cuando le quise reclamar, se mandó a mudar. Todos quedan callados, algunos miran para el lado de Cacho Gómez, que está como si no estuviera, observando el techo. Aprovecha Jorgito y le pregunta a Albertito: —¿Y esa señora que trabajaba para vos, qué se ha hecho? —Uf, se ha ido. Doña Maga se llamaba… —… ¿ha renun