Imagen de ilustración nomás ¿Por qué alguna gente está obligada a oir y comprender problemas que no le incumben y que, para peor, lo perjudican? El tipo entra al banco y se da con que la cola para cobrar cheques es más larga que de costumbre. Se acerca a un empleado y le pregunta si no será posible atenderlo con más premura, pues tiene otras cosas que hacer. El empleado repite lo mismo que viene diciendo desde las 9 de la mañana: “No hay sistema”. El tipo entonces replica que él quiere que le cambien el cheque de manera urgente, porque no tiene tiempo. El empleado insiste: “No hay sistema señor”. El tipo sigue insistiendo con que le cambien el cheque. Ya medio amoscado, el empleado vuelve a repetir la fórmula: “Le dije que no hay sistema señor”. El tipo no quiere saber los problemas del banco, demasiado tiene con el apuro que lleva para cobrar su cheque, como para soportar, de yapa, el dudoso melodrama de un banco sin sistema. Piensa: lo que le sucede al banco no es un percance como lo...
Cuaderno de notas de Santiago del Estero