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Mostrando las entradas etiquetadas como Carancho

CUENTO del folklore santiagueño

El zorro Juan y su tío Juan (el zorro) iba caminando y lo encuentra a su tío, el tigre. El tigre le pregunta dónde va, y Juan le contesta que en busca de su vida; el tigre, que también andaba hambriento, lo invita a seguir juntos de compañeros para ayudarse; Juan, contento, se acompaña con su tío. Pero el tigre cazaba perdices, liebres, martinetas, las comía el sólo y no le daba nada a Juan. El sobrino reclama, y el tigre le dice que cuando cazara una vaca le haría parte. Por ahí, lo hace subir a Juan a unas plantas para que divise si hay hacienda vacuna, y Juan le dice que lejos se veían unas vacas. Allí se largaron, pero al llegar vieron que eran blancas y negras, y el tigre no quería hacer presa diciendo que la carne de las blancas era blanca y la de las negras, negra. Juan, disgustado, quiso separarse de su tío, pues ya estaba muy hambriento, sube otra vez arriba a ver si aparece alguna vaca colorada. Sube Juan, y ahí cerquita divisa una colorada. Muy contento le avisa. Va el tigre

ZOOLOGÍA Muerte del carancho

Carancho Una historia casi humana para leer, debatir y compartir Cualquiera dice ´carancho´ y es como si escupiera la palabra, pero tiene un noble linaje, como que así se llamaba el indio chileno Lautaro (Leftraro) , que quiere decir algo así como “Carancho veloz”. De hecho, en Chile al carancho le dicen ´traro´. Es ave que comparte espacio vital con el hombre o se aprovecha de sus actividades. Habita caminos y carreteras y se alimenta de los animales que chocan los autos. También ataca terneros, corderos, cabritos, comiéndoles los ojos o el upiti , para debilitarlos progresivamente. En algunas partes, en el campo, come los pollos de las gallinas, por eso resulta particularmente antipático y es perseguido. Las enormes bandadas de teros que solía haber hasta hace un año en l a nueva Costanera de Santiago, del Natatorio al sur , fueron erradicadas casi del todo por los caranchos. Ave jodida, en su vuelo de baja altura detectaba las nidadas y se abalanzaba sobre los huevos y los pequeños