Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como Ibatín

EFEMÉRIDES SANTIAGUEÑAS Del 10 de mayo

Estatua que recuerda  a Diego de Villarroel en el parque  Avellaneda, de Tucumán En 1565, Francisco de Aguirre manda a fundar San Miguel, en Ibatín, el encargado fue Diego de Villarroel El 10 de mayo de 1565 Francisco de Aguirre manda a fundar San Miguel, en el campo que los indios llamaban “Ibatín” y que había sido el asentamiento de la antigua Barco I. El 31 de ese mismo mes Diego de Villarroel clavó el poste fundacional o “picota” y declaró fundada la ciudad de “San Miguel de Tucumán”, en presencia de los funcionarios reales Pedro de Villalba, Juan Núñez de Guevara, Antón Berrú, Diego de Saldaña y otros. Ese mismo día se señaló la plaza de la nueva ciudad y el fundador pronunció las palabras de estilo en esas ceremonias: “En nombre de Dios y de su majestad el rey Don Felipe II”. De a poco la ciudad y sus alrededores se fueron poblando, pero las aguas del río cercano a la población eran insalubres y su ubicación poco segura ante un posible ataque de los indios. Y en 1685 la ciudad f

HISTORIA San Francisco Solano

Estatua del misionero Cómo fue que el santo llegó a Santiago del Estero Por Contardo Miglioranza* El padre Francisco Solano se puso en marcha hacia Santiago del Estero. Pero, antes, le preguntó a nuestro conocido testigo, Pedro de Vildósola , a la sazón un joven de menos de 20 años, pero ya con ganas de trotamundos, si quería acompañarlo. El joven aceptó la invitación y, pensando en su formidable apetito, se preocupó de las provisiones. Pero el Padre desatendió sus afanes, diciendo que “no era necesario y que Dios proveería”. Después de dos o tres buenas jornadas de camino y de 16 leguas de recorrido, llegaron al río Hondo -a poca distancia de la actual “Termas de Río Hondo” - que iba muy caudaloso, y no pudieron pasar. “El acompañante se afligió mucho, tanto por no traer provisiones como porque el paraje estaba infestado por una insoportable plaga de mosquitos , tanto que, para que las cabalgaduras no se escaparan, hubo que manearlas”. Por el oro lado del río había unas cuarenta carre