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Mostrando las entradas etiquetadas como Aguas

TURISMO Las Termas de Río Hondo

El dique de Las Termas Historia y evolución de una ciudad con innumerables atractivos para pasar bien con el mismo confort y calidez que en la propia casa Las milagrosas aguas calientes (yacu rúpaj), sirvieron en la antigüedad como fuentes curativas para los males físicos y reposo a los espíritus cansados y enfermos, a los incas y a otros aborígenes de la región como los tonocotés, aborígenes sedentarios, que vivieron a orillas del río Dulce. Estas aguas del sol (inti yacu) habrían sido descubiertas por los sacerdotes incas, antes de la llegada de los españoles. Pero la historia se guardó el misterio de aquellos dioses del Cuzco. Hoy sólo hay leyendas que hablan de ellos. Una dice: "Las tribus indígenas utilizaban las aguas calientes divinizabas como las Inti Yacu, para practicar curas milagrosas de sus males, considerándolas como una emanación fecundante y salutífera de los dioses mitológicos y las veneraban rindiéndoles cultos sacerdotales". Hoy la evolución urbana ha hecho

COSMOVISIÓN Enormidades que duelen

Mapa de la Argentina en 1867 Si llega hasta el final de este artículo, leyéndolo despacito, quizás halle una clave para entender la realidad Imagine que Uno se despierta a las 3 de la mañana y va a hacer aguas al baño. En eso se acuerda de que todos los días los hijos del vecino le ensucian su jardín con basura que arrojan por sobre la tapia. Entonces sale al patio y les grita: “Che estúpidos, dejen de tirar porquerías porque los voy a denunciar, pedazos de semerendos hijos de mil”. Si le pregunto, doña, qué le parece, dirá que quizás Uno tenga razón de estar enojado, furioso, pero no es la forma, porque los otros vecinos no tienen por qué desvelarse por culpa de esa rabieta. Además, debería meterse con el vecino directamente, no con los hijos. Y, por otra parte, si le parece mal lo que hacen, que vaya y los denuncie, en vez de andar gritando a incontinentes horas de la noche. No es lo que se espera de un vecino, que al menos debe conservar la apariencia de ser respetable. Es decir, su

ESTRELLAS Divo de Tío Nico

Tío Nico, sabor santiagueño Breve ensayo para pensar en las fanáticas que se tiran e los pelos y berrean cada vez que sus cantantes favoritos vienen a la Argentina, qué zoncera, carajo A veces pienso en esos divos de la música que cuando van a otro país tienen antojos carísimos como condición previa para cantar: sábanas de hilo, velas aromáticas, agua embotellada de tal marca, topísimas chicas rubias para elegir, comida vegana, tomates cultivados en su salsa, autos de tal marca para que lo lleven hasta el teatro, sushi preparado por cocineros japoneses, televisores inmensos para verse a sí mismos todo el día. Pienso que son cosas que hacen de puro orilleros nomás que son. Si fuera igual de ordinario que esos Luismis o Rickis pediría para bañarme una piscina llena con agua del río Dulce y no extrañar las zambullidas con los changos, que no falte el matecocido ni el chipaco, mecheros a querosén en el camarín y a la noche que pongan grabaciones de cantos de ranas a coro y sapos represeros