Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como Peronistas

POLÍTICA Los años gloriosos

Raúl Alfonsín habla ante la Asamblea Legislativa Cómo era la discusión sobre la cosa pública cuando en las calles se debatía sanamente sobre las ideas de cada uno Cuando volvió la democracia, esos primeros años, del 83 al 90, fueron los más gloriosos de la política nacional. Discutían en todos los foros, en la calle, en los cafés, en las universidades, en la televisión, en la radio, peronistas y radicales de los más variados pensamientos. Había cientos de matices entre lo que pensaba un radical y otro radical, incluso de la misma línea interna, lo mismo entre los peronistas. Y como siempre, en la izquierda y en la derecha, a pesar de ser minoritarios, tenían una extensión de doctrinas, sistemas y próceres, como para hacer dulce, y cada militante de cada uno de ellos era un partido distinto. Había cientos de pensamientos en el peronismo, pero como vienen de un partido fundado por un militar, eran un poco más disciplinados, los radicales en cambio solían ser más bochincheros. Cada uno sa

PENSAMIENTOS Tener razón, nueva enfermedad

Acalorado debate Nosotros somos los buenos, nosotros ni más ni menos, los otros son unos potros, comparados con nosotros. Leonardo Castellani SJ Estamos enfermos de tener razón, todos la tienen. Los de izquierda y los de derecha, los influyentes (¿por qué “influencers” si existe una palabra en español?) y los que no mueven el amperímetro, los peronistas y los radicales, los kirchneristas y los antikirchneristas, los que viven en una burbuja y los habitan la intemperie, los que se presentan en las elecciones y los que no son candidatos, los lectores y los que nunca agarraron un libro, los que sí y los que no, los sentimentalistas y los prácticos, los santiagueños y los tucumanos, los federales y los unitarios. Si cualquiera se pusiera un instante en el lugar del otro, entendería de qué va la cosa. Pero nadie hace el esfuerzo mental ni cede un tranco de pollo. Por eso siguen enfrentados los vegetarianos con los carnívoros, los empresarios con los empleados, los ateos con los religioso

CALENDARIO NACIONAL Renuncia Fernando de la Rúa

El día que se fue de la Casa Rosada En el 2001 Fernando de la Rúa renunció a su cargo de presidente y se tomó el helicóptero El 20 de diciembre del 2001, el presidente Fernando de la Rúa, subió a un helicóptero y se mandó a mudar de la Casa Rosada luego de haber firmado su renuncia al cargo. El texto de su renuncia lo dirigió a Ramón Puerta, presidente provisional del Senado, Ramón Puerta y decía textualmente: “Me dirijo a usted para presentar mi renuncia como presidente de la Nación. “Mi mensaje de hoy para asegurar la gobernabilidad y constituir un gobierno de unidad fue rechazado por líderes parlamentarios. “Confío que mi decisión contribuirá a la paz social y a la continuidad institucional de la República. “Pido por eso al Honorable Congreso que tenga a bien aceptarla. “Lo saludo con mi más alta consideración y estima y pido a Dios por la ventura de mi patria. “Fernando de la Rúa”. Había ganado las elecciones con más del 48 por ciento de los votos junto a Carlos Álvarez, “Chacho” y

HUSO De Greenwich menos cuatro horas

Observatorio astronómico de Córdoba Mucha gente que trabaja al aire libre es consciente de que el mediodía se da aquí a la una de la tarde “¡Al fin mi perro cazó una mosca!”, podrían haber exclamado los amantes de la exactitud de las horas, ante la propuesta de un diputado mendocino, de abandonar el huso horario de las –3 y pasarse al siguiente hacia el oeste, el de las –4. El diputado es Julio Cobos y dio las razones equivocadas, pero vale el intento si le sale bien. Dijo: “Hoy nuestro país tiene una de las mayores diferencias entre la hora solar y la hora oficial, lo que afecta no solo al consumo de electricidad sino también al desempeño escolar. Necesitamos lograr una mayor coincidencia entre la hora solar y la oficial”. Ese Cobos es un radical que se presentó de candidato de los peronistas, luego volvió a ser radical y ahora quién sabe qué será, qué ideas tendrá, con quién se habrá acovachado. No importa, el asunto que como legislador tuvo una buena idea. Pero echar la culpa de las