Trabajador informal “No explotarás al jornalero pobre y necesitado, ya sea uno de tus compatriotas, o un extranjero” Dicen los que saben teología, que de todos los pecados hay cuatro que claman al Cielo y que serán pagados en esta vida por quienes los cometen: el homicidio voluntario, el pecado impuro contra el orden de la naturaleza, la opresión del pobre y la defraudación o retención injusta del jornal, del trabajador. El homicidio voluntario clama al Cielo desde Abel, es la muerte de otra persona motivada por la envidia. El segundo es la sodomía o pecado de inversión sexual que se opone directamente a la propagación de la especie. El tercero, la opresión del pobre se da cuando se abusa de la condición de pobre e impotente de quienes no tienen cómo defenderse y en la actualidad argentina podrían ser los jubilados. El último es la injusticia contra el asalariado, ya sea retrasándole el pago, disminuyéndolo o despidiéndolo sin causa. Vamos a ocuparnos aquí solamente del último de los
Cuaderno de notas de Santiago del Estero