La riña, de Hugo Argañarás Datos para entender una discusión que viene de hace mucho y que al parecer no tiene razón de ser No es cierto que la gente del campo es más buena que la de la ciudad. Hay la misma cantidad de malandras y atorrantes por metro cuadrado que en cualquier lugar del mundo, lo que pasa es que al haber menos habitantes y estar las casas un poco más separadas, se notan menos. Aquí para hallar a un forajido hay que caminar dos cuadras, allá quizás hay que ir un kilómetro. El aire puro, los pajaritos cantando a la mañana, la naturaleza, los burritos, las cabritas, no hacen más buena a la gente, así como los colectivos, el ruido de la calle, los amontonamientos no necesariamente la hacen mala. Usted va a la casa de un amigo en la ciudad, le dice lo que le tiene que decir, se da cara vuelta y regresa a su casa. Allá, al menos antes solía ser distinto, para ver a un amigo debía atar el sulky, andar dos horas para recorrer diez kilómetros y no era justo que dijera lo que te...
Cuaderno de notas de Santiago del Estero