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Mostrando las entradas etiquetadas como Frescura

1987 CALENDARIO NACIONAL 100

Enfocada en éxitos contemporáneos El 17 de agosto de 1987 comienza a transmitir La 100. Surgió en la frecuencia 99.9 MHz, en Buenos Aires, bajo el nombre de FM Horizonte El 17 de agosto de 1987 comenzó sus transmisiones de La 100. Surgió en la frecuencia 99.9 MHz, en Buenos Aires, bajo el nombre de FM Horizonte, con una propuesta musical enfocada en éxitos contemporáneos y un estilo fresco que buscaba captar a un público joven y dinámico. En la década de 1980, la Argentina vivía un período de efervescencia cultural tras el retorno de la democracia en 1983. La apertura política y social impulsó la renovación de los medios de comunicación. La radio, en particular, experimentaba un auge en el dial FM, que ofrecía mejor calidad de sonido frente a la AM. En este escenario, nacieron emisoras que apostaron por formatos innovadores, alejándose de los programas tradicionales. La 100, entonces FM Horizonte, se insertó en este movimiento con una propuesta que combinaba música pop, rock internacio...

HELADERA Vida de antes

Foto de Jorge Emir Llugdar La compra de un electrodoméstico que parece elemental para la vida moderna, en el campo era fuente de un impensado trabajo extra Todo un trabajo la heladera a querosén, vea. Tenía el tanque en la parte de abajo, y al fondo, una mecha protegida por un vidrio. El vendedor explicaba el funcionamiento, parecía fácil. Sólo había que encenderla. Tenía una pequeña chimenea que, de vez en cuando se debía limpiar y eso era todo. Cuando la estaban llevando, el vendedor advertía, sólo hay que cuidar que la llama sea azul, pequeño detalle. El paisano llegaba a la casa con el armatoste y la familia en pleno se reunía para observar su instalación. Con tiempo habían elegido un lugar en el corredor y entre dos o tres forzudos la llevaban a su sitio. El padre tiraba del tanque como le habían indicado en la ciudad, abría la tapa y lo llenaba de querosén. Con un fósforo encendía la mecha que estaba al fondo del tanque y lo volvía a su lugar. La mujer, entusiasmada, ponía una j...

ANTIGUALLAS La Isla de los Guayacanes

Quimil en flor No queríamos perder el atardecer poniéndose detrás del algarrobo ni el silbo de la perdiz ni la algarabía de las catitas Algún día contaré a mis hijos que he caminado debajo de un bosque que le llamábamos la Isla de los Guayacanes y que a su leve sombra descubrí una frescura diferente durante el verano. Recordaré también que anduve por picadas de viejos carros que venían traqueteando, trayendo leña, una carga de postes y a veces hasta una familia entera, con camas, espejos, abuelos, nietos y hasta perros, cuando había que mudarse a Tucumán para el invierno. —Hijos, ¿ven todo ese sembrado, con hileras parejitas y aburridas de soja? Bueno, antes era un bosque desordenado pero auténtico. Lo que ahora siembra el hombre, hasta hace unos años nomás lo hacían los pájaros, las vacas, el viento, el agua, la propia naturaleza. Esa desolación color verde dólar durante algún tiempo fue la casa de tu madre, de tus abuelos, los padres de tus abuelos y sus padres también. En los tiempo...